Felipe Sánchez.-
El grupo de poder político más longevo de Oaxaca, el que
encabeza el veterano político Ericel Gómez Nucamendi (primero del PRI, luego
del MC y hoy presto para saltar al MORENA) empieza a medir fuerzas con el Poder
Legislativo. Resulta que los diputados han empezado a trabajar con la intención
de socavar el último bastión de dominio que Ericel tiene en el Consejo de la
Judicatura. Vale recordar que en el sexenio del “gabinato”, este clan alcanzó
la cima del empoderamiento. Amén de una veintena de posiciones de gobierno de
primer nivel, le entregaron también el Poder Judicial que manejó, junto con la
Judicatura, a través de su sobrino Alfredo Lagunas. Otro de sus sobrinos fue
administrador del municipio de San Antonio de la Cal y él mismo fue diputado
plurinominal del MC en la pasada legislatura. Resabios de un real cacicazgo en
pleno siglo 21.
IMPRODUCTIVO
Los legisladores, según cuentan algunos, han encontrado
que el citado Consejo de la Judicatura está convertido en una entelequia. Su
creación se concibió como una copia burda del Consejo Judicial español, en la
época del presidente Zedillo, con la idea de que los Ministros de la Corte
mexicana, no distrajeran tiempo en la atención de asuntos administrativos.
En esta tendencia de copiar todas las ideas del gobierno
federal, el entonces gobernador Gabino Cué, adoptó el modelo. Lo hizo a pesar
de la oposición de expertos que opinaron que el aparato burocrático del TSJ es
de poca dimensión y no se justificaba. Advirtieron que sería “un ente obeso y
los recursos financieros para su sostenimiento afectarían el presupuesto
estatal”. Así resultó. Este ente obsoleto cuesta 26 millones de pesos del
erario y cada consejero se lleva 250 mil pesos mensuales, entre salario,
viáticos, pago de oficinas, asesores y secretarias. Lo peor es que no se les
conoce ningún tipo de productividad.
Hubo voces dentro del mismo poder judicial que alertaron
sobre el riesgo de crear “un poder dentro de otro poder”. Y así resultó. Al
menos dos consejeros se resisten a ser removidos ante el cambio de sexenio.
Aunque se dicen representantes del gobernador y de la legislatura ante el
citado Consejo ¡no los conocen!
La que se dice representante del Ejecutivo, es Leandra
Jaqueline Ortega Ramírez y el que se supone habla por los diputados es Rogelio
Gabriel Morales Cervantes. Ambos, según me comentan, exigen millones de pesos
para dejar el cargo. Se afianzan porque su nombramiento vence hasta el próximo
año.
No sujetarse a las reglas no escritas de la política que
ordenan que al finalizar un sexenio los relevos son inminentes, tiene una
explicación. La primera es comadre del ex presidente del TSJ, Alfredo Lagunas.
El segundo es recomendado de don Ericel.
La judicatura la encabeza el presidente del Tribunal
Superior de Justicia en una evidente duplicidad de funciones. Lo integran
también un consejero magistrado, un consejero juez. Y eso que, supuestamente,
los magistrados y jueces no tienen que distraerse en asuntos administrativos
del TSJ. Los dos restantes, como ya dije, son designados por cada uno de los
poderes Ejecutivo y Legislativo.
SOSPECHOSOS
La sospecha que alertó a los diputados es la fuga de
información del poder judicial, sobre todo en el tema de las investigaciones
contra los cleptómanos del sexenio pasado. Esto los motivó a considerar el
relevo de los consejeros de la judicatura o, de plano, dar por finiquitada tal
entelequia.
Me informan que han acopiado información que confirma
que, desde su creación, el trabajo del consejo no ha generado ningún beneficio
para el poder judicial del estado ni para la sociedad; el trabajo del consejo
bien lo podrían hacer las direcciones adscritas a la presidencia del tribunal,
como siempre fue.
@escaparate_oax