Monreal y Sheinbaum

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Rubén Cortés.- 


Abrazo solidario a Héctor de Mauleón, amenazado de muerte por hacer periodismo

  La política es el arte de lo posible para resolver las tensiones de la democracia, pero esta definición tan clara es la principal contradicción entre los dos principales contendientes a la candidatura de Morena a la CDMX: Ricardo Monreal y Claudia Sheinbaum.
Mientras Monreal se asume como político y defiende la política para dar viabilidad a la toma de decisiones, Sheinbaum reniega de ser política; dice ser “sólo una ciudadana”, a pesar de ser militante fundadora y del Consejo Consultivo de Morena y exmilitante del PRD.

Es, sin dudas, un facilismo pueril eso de satanizar la política sólo porque algunos políticos la devalúan, sobre todo en el caso de Sheinbaum, quien gracias a la política puede ufanarse de ser artífice de los segundos pisos del Periférico o del Metrobús, como secretaria de Medio Ambiente (2000-06).

Monreal, en cambio, enaltece la política. Por ejemplo, su partido impugnó la Constitución de la CDMX en la parte donde establece que la Asamblea Legislativa se componga de 33 diputados uninominales y 33 plurinominales, y perdió. Monreal estaba de acuerdo con la posición de Morena.

Pero, tras la decisión de la Corte, Monreal entendió que ello incentivará a hacer más política a quien obtenga la Jefatura de Gobierno pues, a diferencia de otros congresos estatales y hasta el federal, obliga a formar gobiernos de coalición y a dialogar para llegar a acuerdos.

Sheinbaum está en contra de la decisión de la Corte porque quizá piense gobernar la ciudad como AMLO (2000-06), mediante los famosos “bandos”, que pasaban por encima de las facultades constitucionales y estatutarias de la Asamblea Legislativa.

Aquellos “bandos” eran una asamblea alternativa como la impuesta por Maduro en Venezuela para anular al Congreso (en el que la oposición era mayoría), una decisión que provocó que Venezuela y Cuba sean los únicos países de la región sin derecho constitucional a elecciones democráticas.

¿Para eso se niega ahora Sheinbaum a ser “política”? ¿Para no quedar obligada por el Estado de derecho a ser “política”? ¿Para, en el nombre del “pueblo”, desechar a la Asamblea Legislativa y gobernar por decreto? Qué fácil. Así todos los gobernantes querrán ser “ciudadanos que hacen política”.

A diferencia, Monreal ya gobernó Zacatecas (1998-2004) y lo convirtió en el estado más seguro y productivo, con índices de creación de empleos mayores a la media nacional, lo cual le valió que en el 2000 Time, CNN y Davos lo eligieran entre los Líderes Globales del Mañana.

El Foro de Davos lo consideró “con capacidad de influir en la gente, hacer redes sociales y lograr que sea la sociedad la que promueva el cambio ante sus autoridades”. Si ser “político” es eso…

 …entonces Monreal sería un jefe de Gobierno ideal en la CDMX.

 Twitter: @ruben_cortes