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FOTO: INTERNET |
Rubén Cortés.-
Andrés Manuel López Beltrán iba a la escuela cuando los
cuatro aspirantes a gobernar la CDMX por Morena hacían política. Uno, Ricardo
Monreal, hasta era gobernador. Pero, por el solo mérito de ser el junior de
AMLO, conducirá el proceso para definir cuál será el candidato.
Sin embargo, se trata de una decisión normal en un partido
familiar como Morena, creado y conducido por un solo hombre con un solo
objetivo: llegar al poder. Por eso los dos hijos adultos de AMLO son sus
colaboradores de más confianza, y a quienes encomienda las tareas más
sensibles.
Al más puro estilo comunista. El presidente cubano Raúl
Castro no encontró a nadie mejor que su hijo Alejandro para negociar con
Estados Unidos el restablecimiento de las relaciones diplomáticas; y el
fallecido Kim Jong-il a nadie más que a su hijo Kim Jong-un para sucederlo como
faraón de Norcorea.
Monreal, Claudia Sheinbaum, Martí Batres y Mario Delgado se
someterán al arbitraje del junior, quien no sólo decidirá qué empresas realizarán
las encuestas para decidir al candidato, sino que aprobará el cuestionario y
organizará el debate entre los cuatro aspirantes.
Los cuatro estarán bajo la égida de un joven inexperto en
política, que hasta hace poco destacaba sólo por sus tenis Louis Vuitton y su
Facebook, donde mostraba su pasión por los yates y las fiestas, fotos en
tiendas de Nueva York y la leyenda: “Busco amistad, citas, relaciones
esporádicas, lo que sea”.
Pero, para qué jugar con las palabras, el chico no fue
puesto por su padre ahí para coordinar nada. AMLO confió esa tarea a su hijo
porque no confía en nadie más dentro de su entorno para llevar a cabo una
decisión que ya tomó por inspiración divina: la encuesta será una farsa.
Porque al parecer, en lo que sí es talentoso Andrés Manuel
junior es en ejecutar tareas delicadas de su padre.
Durante el pasado proceso electoral en tres estados de la
República, fue difundida una llamada telefónica en la que éste urde con
Yeidckol Polevnsky la contratación de una empresa para justificar gastos de
campaña: “Mi papá terminó decidiendo que fuera esa empresa”, ordena el chico.
La secretaria general de Morena explicó que la plática no
revelaba ningún intento de transa fiscal, como comentaron los adversarios
políticos de su partido, sino que se trataba simplemente de definir a qué grupo
musical contratar para un acto de campaña en Veracruz.
Peor: indica que AMLO decide hasta qué conjunto debe
amenizar un espectáculo. Con razón delega en un hijo la encuesta, las preguntas
y el debate para decidir a su candidato en la CDMX.
Caray, únicamente García Márquez lo cuenta mejor en El otoño
del patriarca.
Twitter: @ruben_cortes