Reflexión-es, por Daniel Dahlhaus

A un año de la elección presidencial del dos mil dieciocho donde el momento más esperado, desde luego será el PREP, conteo rápido de las actas a eso de las veintidós horas (GMT -6) me formulo varias preguntas: ¿Será la primera vez que tengamos un gobierno socialista? ¿Qué si no se gana la cámara alta y baja? ¿Tras las pasadas elecciones del ejecutivo en seis estados soberanos, el mapa electoral cambio en favor de quienes se sienten ya “los mesías” (en lo individual) y “la panacea” (en lo colectivo)? Se abre el tema…
La realidad nuestra histografía -no lo digo yo-  nos dice que ya hemos tenido gobiernos con un corta socialista, durante el post-revolucionario recordemos la legitimación en el poder del último militar que lo ostento, me refiero a el General Lázaro Cárdenas del Rio, claro que hubo actores y factores que influyeron de sobremanera en el actuar del Ejecutivo Federal tales como el Partido Comunista Mexicano (PCM) y a su vez la Confederación de Trabajadores de México (CTM) que en aquel entonces (ambos) entendían el espíritu de su esencia, un gobierno socialista precisa de una alta participación ciudadana que para entonces era muy escasa dado el contexto político y desde luego social que vivía nuestro México allá por los cuarentas, las secuelas del Maximato aún husmeaban las calles, sin embargo, los mecanismos para incrementar está casi ochenta años después son de suma importancia para agudizarla.
Porto Allegre ya nos dejó no solo a nuestra América Latina la herencia, la transcendencia así como el valor de la participación ciudadana, lo sustancioso, es pues, conocer la calidad del ciudadano, que se encuentre en completa disponibilidad de ejercerla, de servirse de ella como un instrumento para el beneficio de su municipio -como orden de gobierno más cercana- y en todos sus niveles de gobierno, servirse de ella -insisto- como un arma que empodere a sus iguales a los de a pie diario. ¿Qué pasa con los consejos ciudadanos? ¿Consejos de barrio? ¿Qué pasa con los PP (Presupuestos Participativos)? En la actualidad monopolizan el poder y se vuelve una célula “participativa” con raíz sana; de fruto no tan bueno, pues aún concebimos el poder en México como un privilegio colonial, con altos desplantes (sin sentido) de superioridad. Dicho lo anterior entendamos que: en México el socialismo como modo de producción no se instauraría por primera ocasión, si no se ha entendido que vivir en democracia precisa de un binomio Sociedad-Gobierno en armonía ¿Cuánto más nos costará hacerlo desde una perspectiva izquierdista? -amigo lector-, el tabulador social capitalista esta asentado desde hace un buen rato ¿estás dispuesto a desprenderte de lo banal, cruel y consumista modo de producción capitalista? Yo, no lo creo a diario lo veo.
Por otra parte, esta cool, triunfa la mal llamada “Esperanza de México” ¡Bha! ¿Y luego?, no se necesita ser jurista, litigante o abogado para abrir una pestaña en ecosia e investigar como es el proceso legislativo con todas sus implicaciones, es decir, existe una gran anarquía conceptual alrededor de la división tripartita en nuestro México ¿Culpables? Sí muchos, pues les es aparte de rentable el tema de ignorancia social, mediáticamente parecido a una monarquía, que desde luego obedece a un proyecto meramente personal donde su máxima reza: “La tercera es la vencida”.
Al final, de no tener mayoría en la Cámara baja (Cámara de Diputados) y alta (Cámara de Senadores), electos ya sea por el principio de mayoría relativa o por el de representación proporcional, todas las iniciativas emitidas por el ejecutivo federal serán echadas abajo, de poco servirá haber ganado la presidencia de la república el afamado “cabildeo” en la JUCOPO hará de las suyas, pregúntenselo a el ex presidente Felipe Calderón Hinojosa, que por cierto, está impulsando a su esposa Margarita Zabala (bueno eso es motivo de otra columna). El punto es que sin lo que Rousseau justifica, es decir, sin contrato social no hay equilibrio de poderes y sin este vienen lo vicios del mismo (nótese el actual caso de Venezuela http://www.semanariourbano.com/2017/04/reflexion-es-daniel-dahlhaus.html?utm_source=dlvr.it&utm_medium=facebook).
El mapa geo-político se encuentra en la mesa ya existen pruebas fehacientes de que el socialismo esta en agonía en Europa paso con Grecia; crisis económica, en América Latina casos como el de Venezuela, Brasil; crisis social, derechos humanos, política etc. han dejado a una ciudadanía pasmada e incrédula y en un acto final la reciente entrega de la Isla, sí de Cuba, a los yanquis deja muy en claro que la muerte -en la praxis- de este modo de producción se acerca. Por su parte el mapa de fuerzas políticas en México está puesto, algunos colores que por años estuvieron gobernando Estados, hoy se encuentran pintados de otro; la alternancia se dio, esperemos resultados en este año porque les prometo que a partir del entrante todo será operativamente elecciones.

Unos piensan que el enemigo a vencer es MORENA, yo disiento, el enemigo a vencer es el voto condicionado, el voto de hambre, la conveniencia personal ciudadana, la deserción por la oleada del pseudo triunfo, el real enemigo a vencer es la disidencia política por conveniencia; por interés. Los aliados deberían de ser las convicciones personales, la vocación de servicio, vamos el amor a su país a nuestro gran México desde su trínchera pero convencidos siempre y gustosos de estar en ella. Otros tantos piensan que el dos mil dieciocho será el año más democrático -electoralmente hablando- en eso, coincido. A menos en esta ocasión esta es mi reflexión.