Rubén Cortés.-
El mensaje sencillo, ágil y contundente de los spots es la
principal garantía de posicionamiento de las candidaturas entre los electores,
por dos razones iguales de sencillas, ágiles y contundentes:
1.- Tienen que ser transmitidos obligatoriamente en las dos
mil 500 estaciones de radio y TV del país.
2.- No cuestan a los candidatos. Los paga el contribuyente
mexicano. Los únicos aspirantes presidenciales que se benefician de los spots
son AMLO (Morena) y Ricardo Anaya (PAN). Según el INE, desde enero de 2015 a
mayo pasado, AMLO apareció en 2.1 millones, y Anaya en 1.4 millones.
Y se promocionan en exclusiva no por corresponderles en su
condición de presidentes de partidos. No, porque los dirigentes de los otros
partidos no pueden hacerlo, debido a que enfrentan reglas internas que los
obligan a repartir las apariciones.
Lo que sucede con AMLO y Anaya es que ambos ejercen control
absoluto de los aparatos burocráticos de sus partidos. AMLO, porque creó a
Morena como partido monolítico, según sus características de líder que no
soporta disidencias. Anaya, porque se apoderó con habilidad felina de la
estructura.
Por ejemplo, AMLO realizó el domingo pasado un Congreso para
definir si Morena aceptaba las alianzas con otros partidos para 2018 y el
Congreso duró lo que tardó AMLO en anunciar que sólo acepta al PT como
compañero de ruta, porque los demás partidos son paleros, corruptos, tramposos…
Igual Anaya detesta el piso parejo. Por ejemplo, anunció que
la próxima semana realizará una reunión de la Comisión Permanente del PAN, pero
desde ya advirtió que en el evento sólo se hablará de las derrotas del partido
en las elecciones de Edomex y Coahuila, y de las victorias en Nayarit y
Veracruz.
¿Y de la equidad en el uso de los spots de Acción Nacional
para otros aspirantes presidenciales como él? No, ese tema no está incluido en
el programa. Al fin que Anaya controla cada tornillo de la estructura del
partido, salvo la bancada en el Senado, donde no lo dejan ni asomarse.
Los spots son oro molido para AMLO y Anaya porque son un
negocio de ganar-ganar: transmiten sus críticas a la corrupción y sus promesas
de un mundo feliz, sin enfrentar réplica en las dos mil 500 estaciones de radio
y TV en las que tienen que ser transmitidos obligatoriamente.
Queda claro que es indecente y desleal el uso en exclusiva
de los spots para promocionar aspiraciones personales. Sin embargo, en el caso
de AMLO no hay remedio: él no es un demócrata y Morena es de su propiedad. Pero
Anaya es un político plural y el PAN un partido libre.
Salvo que Anaya haya decidido ser el AMLO de la derecha.
Twitter: @ruben_cortes