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FOTO: INTERNET |
Ricardo Alemán.-
La moda, en la elección de Coahuila, fue gritar “¡fraude!”.
Lo decían reporteros, analistas, columnistas, articulistas y, sobre todo,
líderes de partidos perdedores.
Todos criticaron la “mala calidad” de la elección. Y, sin
chistar, se sumó la “legión de idiotas” e interesados en destruir la confianza
en las instituciones electorales.
Y si tienen derecho
a exigir instituciones y elecciones creíbles y de calidad, también a exigir
mayor calidad periodística, de análisis, opinión y, sobre todo, de los
políticos. Lo cierto es que el 4 de junio también fallaron (fallamos) los
periodistas, analistas y opinantes --en general--, igual que los políticos.
Y sea por ignorancia, indolencia o militancia, los
periodistas, analistas y políticos se tragaron “el mito genial” del fraude,
sobre todo en Coahuila.
Incluso, pocos aceptan que es distinto creer, imaginar o
suponer un fraude, que probar el supuesto fraude.
Al respecto José
Woldemberg escribió –Reforma 15 de junio--: “No me extraña que muchas personas
crean que los resultados de las elecciones salen de un sombrero de mago, me
preocupa que muchos reporteros y analistas carezcan de la información básica y
reproduzcan versiones fantasiosas, pero indigna que líderes partidistas y
candidatos no conozcan el procedimiento de cómputo…”.
Y es que en
Coahuila, antes que un “fraude histórico” el problema es de ignorancia
ciudadana, de complejidad extrema del proceso y de una perversa “mala leche” de
los perdedores. ¿Lo dudan? Van las pruebas.
1.- El jefe del PAN, Ricardo Anaya y su candidato, Guillermo
Anaya, exigen anular la elección a partir de 14 “delitos”, entre ellos “la
congelación” del PREP cuando sólo llevaba 71% de las actas computadas.
Los supuestos de Anaya son falsos. ¿Por qué?
a).- Porque no se cumple ninguna premisa para anular la
elección estatal, prevista por el 41 Constitucional. Incluso, en el tope de campaña,
el PAN gastó más que el PRI.
2.- Dice el PAN
que el recuento de votos fue manipulado. Por eso se habría dado un resultado
diferente en el Conteo Rápido, el PREP y el acta final. Otra premisa es falsa.
a).- En efecto, en
el conteo rápido Guillermo Anaya tenía 38.09% frente a 36.71% de Miguel
Riquelme. Además, el PREP se congeló en 72%, cuando la ventaja era del
candidato del PRI, con 38.3% frente a 36.8% del PAN.
b).- Al final, el cómputo distrital dio la victoria al PRI
con 38.19% frente a 35.75% del PAN. ¿Falló el PREP o inventa el PAN?
c).- Sin embargo,
se debe insistir que ni el conteo rápido ni el PREP son oficiales, son sólo una
muestra de la tendencia de la elección.
d).- El dato
oficial es el cómputo distrital, cómputo al que se negaron a asistir el PAN y
el resto de los opositores al PRI
3.- ¿Y por qué el
PAN y opositores se negaron a asistir al recuento distrital del miércoles
siguiente a la elección?
a).- Porque era en
ese acto –el recuentro distrital--, y no en medios, donde el PAN debieron
exigir la confronta de las actas de casilla, aclarar las diferencias e impugnar
el resultado.
b).- El PAN y
opositores no asistieron y no han dado a conocer sus actas, porque saben que
más allá de las fallas del conteo rápido y del PREP, no existe una sola prueba
del fraude que pregonan.
c).- Y es que,
como deben saber todos, los representantes de cada partido en cada una de las
casillas, tiene copia del acta, en la que se reportan los votos a cada
candidato, donde se anotan las incidencias e irregularidades.
d).- Esa es la
prueba reina para saber si se manipuló la elección. Y esas actas las tienen
escondidas el PAN, el PRD, Morena...
4.- ¿Qué pasó?
¿Por qué las boletas arrojaron inconsistencias que hicieron variables los datos
del Conteo Rápido y del PREP?
a) La respuesta es elemental. Por la complejidad de una
elección de gobernador, Congreso y alcaldes, en la que participaron 9 partidos
nacionales y 7 partidos locales, además de coaliciones totales y parciales. En
total, más de 20 combinaciones de elección. Algo nunca visto, para lo que
ningún ciudadano está capacitado.
b).- Por esos
errores humanos –de conteo y llenado de actas--, el Conteo Rápido y el PREP
arrojaron resultados distintos.
c).- Pero esos resultados, como ya se dijo, no son
oficiales.
5.- Además, es falso que solo en Coahuila se haya
“congelado” el PREP.
a).- Un ejemplo
son las elecciones para gobernador de Tlaxcala, en 2016, en donde el PREP se
detuvo con 82% de la captura de las actas.
b).- Al final, el cómputo distrital arrojó diferencias de 2%
entre las cifras del PREP y el conteo oficial.
c).- Sin embargo, la Sala Superior del Tribunal Electoral determinó
que los resultados del PREP sólo son informativos y no vinculantes y que no es
motivo de anulación de la elección “la circunstancia de que sean distintos a
los resultados del PREP y del cómputo distrital”.
d).- Igual ocurrió en las elecciones de gobernador de
Puebla, en 2016, en donde el PREP se detuvo con el 92%.
En Coahuila no hubo fraude. Hubo ignorancia y manejo
perverso del PAN.
Al tiempo.
@RicardoAlemanMX