Y es que la entrevista telefónica que Andrés Manuel López
Obrador concedió este jueves al periodista José Cárdenas fue la mejor muestra
de cómo sería un hipotético gobierno encabezado por el líder de Morena.
A diferencia de otras entrevistas “a modo” como la que tuvo
hace semanas con Ciro Gómez Leyva, López Obrador fue duramente cuestionado por
Pepe Cárdenas, quien --con sus preguntas-- exhibió las contradicciones y la
carencia de argumentos del tabasqueño.
Las preguntas incómodas del entrevistador hicieron que AMLO
perdiera los estribos. Y fue ahí cuando el líder de Morena dejó en claro que si
llega a la presidencia, podría mandar la libertad de expresión por un tubo como
lo ha hecho Nicolás Maduro en Venezuela, o como pretende hacerlo Donald Trump
en Estados Unidos
AMLO perdió los papeles y mostró su peor cara cuando Pepe
Cárdenas le cuestionó sobre lo que haría Morena si Delfina Gómez perdiera las
elecciones las elecciones del 4 de junio en el Estado de México. El tabasqueño
recriminó al periodista que le haga “las mismas preguntas de siempre” e incluso
le propuso “replantearla” para preguntar “¿Qué va a pasar el día 4 de junio en
la noche con el triunfo de la maestra Delfina?”
Luego, ante la insistencia del periodista de qué ocurriría
en caso de que no ganara la abanderada de Morena, López Obrador pretendió
cambiar el tema de la conversación hacia el supuesto fraude electoral de 2006.
Y cuando Pepe Cárdenas no le dio la razón, AMLO reviró: “Ya hasta pareces tú
del INE, del Trife o de la Fepade, que se hacen de la vista gorda”.
Pero el momento que terminó por sacar de sus casillas a AMLO
fue cuando el entrevistador le cuestionó sus nexos con Elba Esther Gordillo. A
gritos, el líder de Morena negó una alianza con la ex lideresa del SNTE. Luego,
agregó: “Ya no sigan calumniando ustedes, se los digo con todo respeto. Hagan
un periodismo independiente, distante del poder, cercano al pueblo y digan la
verdad”. Y sentenció: “Hay que seguir los pasos de los buenos periodistas de
México, independientes, libres.”
¿Conclusiones?
AMLO es intolerante a la crítica y los cuestionamientos. Si
gana en 2018, no admitirá preguntas incómodas, o exigirá que las “reformulen”
como lo hizo con Pepe Cárdenas.
En un hipotético gobierno de AMLO, la prensa quedará
dividida en dos bandos: “El periodismo independiente y libre” y los
“calumniadores”: Claro está, en el primer grupo estarán quienes le hagan
preguntas a modo y en el segundo los que cuestionen. Pepe Cárdenas se plantó
con dignidad y le dijo al tabasqueño: “No te permito que me acuses de
calumniador”. Pero quizá no sea tan fácil hacer lo mismo si López Obrador tiene
a su disposición el poder del Estado, con lo que ello implicaría para el
derecho a disentir.
No sólo la libertad de prensa: AMLO también mandará al
diablo a las instituciones. Así lo dejó en claro al descalificar una vez más al
INE, el Tribunal Electoral y la Fepade.
Lo que está claro la actitud de AMLO en la entrevista con
Pepe Cárdenas es inadmisible para alguien que aspira a ser Jefe de Estado.
¿Se imagina usted de qué tamaño sería el escándalo si
Enrique Peña Nieto le dijera a la prensa qué preguntar y qué no? Sin duda,
sería calificado como “dictador”, así como AMLO demostró este jueves que es un
dictador en potencia.
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