Ricardo Alemán.-
La tentación autoritaria y represiva --que
cancela libertades fundamentales como la de expresión--, no sólo aparecen en
dictaduras “bananeras” como la de Nicolás Maduro en Venezuela, en donde por
decreto se prohíbe toda crítica al gobierno.
No, esa tentación demencial de callar a los
periodistas y cancelar la crítica, también se da en México –y de manera
creciente en Tamaulipas, Veracruz, Chihuahua y Oaxaca--, en donde no solo son
asesinados periodistas, sino que aparecen casos de censura oficial, al más puro
estilo de Nicolás Maduro.
Y un caso emblema ocurrió en Tamaulipas, en
donde por orden del gobernador del PAN, Francisco García Cabeza de Vaca, el
Congreso local aprobó --por unanimidad de todos los partidos--, reformas al
Código Penal estatal, que prohíben la elaboración y difusión de “memes” que se
burlen del gobierno y sus funcionarios.
El 23 de marzo, la presidenta del Congreso
local, de Tamaulipas, Leticia Gerardo Hernández recibió el oficio SGG/240/17,
que proponía reformas a los artículos 207 y 189, del citado Código, los cuales
prohíben la difusión de imágenes de redes sociales con el fin de dañar o
desprestigiar a funcionarios de la administración panista o a sus
instituciones.
El diputado Gerardo Hernández no explicó el
origen y alcance de las reformas que, sin embargo, fueron aprobadas por todos
los diputados de todos los partidos del Congreso.
Dice la locuaz reforma al 207 del Código
Penal: “Al que sin autorización utilice o copie o modifique información
contenida en sistemas o equipos de informática o redes sociales protegida por
algún mecanismo de seguridad que modifique, dañe o desprestigie a alguna
persona o institución privada, se le impondrá una sanción de dos a cinco años
de prisión y una multa de cien a trescientas veces el valor diario de la Unidad
Media de Actualización”.
Las penas elevarán un tercio cuando el delito
se cometa contra instituciones o servidores públicos. Además, la reforma al
artículo 189 define “ultraje” como “toda expresión directa o indirecta o toda
acción ejecutada contra algún servidor público estatal o municipal o contra
instituciones públicas, que puedan implicar ofensa o desprecio”. Además, el
artículo 171 prohíbe a ciudadanos y periodistas difundir imágenes en tiempo
real, de choques de la fuerza pública con el crimen organizado.
Es decir, por decisión del gobernador panista
de Tamaulipas, el Congreso canceló libertades fundamentales consagradas en el
artículo 6º Constitucional.
Y no, no es exagerado decir que Nicolás
Maduro vive en Tamaulipas y que es panista. ¿Por qué?
Porque la cancelación de libertades básicas
–como en Tamaulipas--, dio inicio a la dictadura que hoy vive Venezuela. ¿Esos
gobierno propone y defiende Ricardo Anaya?
Al tiempo.
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