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Candidata de MORENA entre nepotismo y crimen organizado

Delfina Gómez, candidata al gobierno del Estado de México por el partido MORENA enfrenta serios señalamientos como el manejo de recursos de procedencia ilícita, nepotismo demás de relacionarla con el crimen organizado.  En primer lugar resalta la detención de las dos personas el pasado 12 de abril en Polanco con  11 millones de pesos en efectivo vinculados a la candidata de Morena al gobierno del estado de México, Delfina Gómez.
De acuerdo con una nota publicada por el diario El Debate, Abelardo Álvaro Alcántara y Rey Adolfo Terán Estrada, los detenidos, tienen nexos con Delfina.
Hasta el momento las autoridades no han ofrecido más detalles sobre la detención ni sobre la situación jurídica de los detenidos, quienes aparentemente no pudieron explicar el origen lícito del dinero.
Otro escándalo sobrevino el pasado lunes 10 de abril en La Feria del Caballo desde un helicóptero, funcionaron como una herramienta para denunciar que en Texcoco el narcotráfico opera desde hace años y nadie ha hecho nada para detenerlo.
Sin embargo, en un intento de negar los hechos, Delfina Gómez reitera que cuando fue alcaldesa sólo hubo nueve secuestros en el municipio y asegura que su administración fue una de las más seguras.
Vale la pena recordar que el municipio en cuestión fue gobernado por la hoy candidata de Morena al gobierno del Estado de México, de 2012 a 2015, y a partir de entonces la presidencia municipal recayó en Higinio Martínez Miranda, el responsable de la incursión de “la maestra” en la política, pues él la candidateó hace cinco años y la respaldó durante su gestión a través de la colocación de sus familiares en puestos clave.
Por ejemplo, dejó en 2012 a su hermano, Alberto Martínez Miranda, al frente de la Tesorería; mientras que su tío Agustín Miranda Meneses se encargó de la Secretaría de Seguridad Pública.
La nuera de Martínez Miranda, Elizabeth Terrazas Ramírez, fue nombrada directora del DIF municipal; a la vez que su prima hermana, Mónica Quintero Miranda, estuvo a cargo de la dirección de Agua Potable, Drenaje y Alcantarillado, y su esposo, Manuel Hernández Romero, estuvo en la dirección de Regulación Comercial.
La lista no termina con ellos; no obstante con estos nombres basta para comprobar el tráfico de influencias que se dio en Texcoco, todo con el fin de proteger y respaldar a Gómez. Acaso por eso no sorprende que en los “narcovolantes” también se haya pedido poner fin al nepotismo que ha permeado desde hace años en la demarcación.
Por otro lado, cabe señalar que cuando la abanderada de Morena fue edil de Texcoco se elevó la deuda pública un 54 por ciento y los secuestros crecieron un 75 por ciento, según información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Estas cifras refutan toda declaración de Gómez con respecto a la violencia y la inseguridad en el municipio que administró durante tres años, pero además dejan en claro dos cosas:
Que Delfina Gómez no tiene vocación de líder, por lo tanto no tiene capacidad para ser gobernadora.
Que ha pretendido hacer una campaña electoral a base de engaños y chantaje, porque es preciso añadir que su defensa ante las pruebas es el maniqueo argumento de que: “la contienda por el Estado de México se volvió clasista” y un ataque en su contra por “ser pobre”.