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foto: internet |
La clase política relacionada con el crimen organizado es
amplia, incluye a personajes que ocupan espacios clave; como secretarios de
seguridad en estados y municipio; sin embargo son evidenciados por la ruta del
dinero, Reportó La Silla Rota.
Por ejemplo Armando Núñez Montelongo que pasó de ser
secretario Ejecutivo de Seguridad Estatal de Tamaulipas en la pasada
administración (2011-2016), de Egidio Torre Cantú, y secretario del
Ayuntamiento de Ciudad Victoria, bajo el mando del alcalde Óscar Almaraz, a
sospechoso de mantener vínculos con Los Zetas.
El lunes 6 de febrero pasado, Armando Núñez renunció como
secretario del Ayuntamiento luego que se diera a conocer que era la casa de su
hermana, Marcia Núñez Montelongo, en la que, apenas el 31 de enero, detuvieron
a un líder Zeta junto con un grupo de secuestradores que retenían a un par de
personas.
El cabecilla de la agrupación delictiva fue identificado
como José Luis Cano Lumbreras, “El Cano”, “Pepe Cano” o “Comandante Cano”,
quien ingresó al Centro de Ejecución de Sanciones de Ciudad Victoria sólo para
ser asesinado tres días después y a unas horas de haber comparecido por el
caso.
Del homicidio, las autoridades sólo dieron a conocer que un
grupo de reos se acercó al “Cano” para asfixiarlo.
Pero, para entender cómo un jefe de seguridad se convierte
en secretario de Ayuntamiento y luego en sospechoso de mantener nexos con uno
de los grupos criminales más sanguinarios del país, es necesario ir hacia atrás
en este relato.
Apología oficial al narco
El 17 de junio de 2015, el gobernador Egidio Torre Cantú
visitó la ciudad de Reynosa para inaugurar una calle; a ese trazo recién
pavimentado, decidió llamarlo Juan Nepomuceno Guerra y una historia nos lleva a
otra.
Juan Nepomuceno es considerado el padre del Cártel del
Golfo. Sin embargo, sus inicios no tienen que ver con las drogas que, se les
atribuye, traficaría después. Era la década de los 30 y la prohibición de
alcohol en Estados Unidos significó una oportunidad para un joven mexicano
nacido en la frontera.
Matamoros fue el paso por el que Nepomuceno aprendió el
cambio del valor que obtienen ciertas cosas al atravesar el límite de dos
naciones. El whisky fue el inicio de un imperio que se desbordaría.
Y fue precisamente en este punto el del ascenso económico de
este hombre, que gobierno y crimen empezaron a bifurcarse y volverse uno.
Según archivos periodísticos, Nepomuceno financió campañas
de candidatos del Partido Revolucionario Institucional, lo que le valió a uno
de sus sobrinos, Jesús Roberto Guerra, la presidencia Municipal de Matamoros
entre 1984 y 1987.
Otro de sus sobrinos, Juan García Ábrego, es el líder más
importante y conocido del Cártel del Golfo en su época moderna en el negocio de
tráfico de droga, secuestros y extorsión. El hombre que fue considerado en su
momento el narcotraficante más poderoso del país, fue detenido en un operativo
militar, sin un solo disparo, el 14 de enero de 1996, en un rancho de Nuevo
León.
Luego fue extraditado a los Estados Unidos y condenado a 11
cadenas perpetuas que pudieron haber sido menos si hubiera decidido ser informante,
pero se negó.
Cadena de sospechas en gobernantes
En ese momento, era gobernador de Tamaulipas Manuel Cavazos
Lerma, quien después fue investigado por vínculos con grupos del narcotráfico
por la Procuraduría General de la República. Actualmente es senador del PRI por
Tamaulipas.
El siguiente mandatario estatal en la administración
1999-2004 fue Tomás Yarrington Ruvalcaba, también por el Partido Revolucionario
Institucional. En este punto es necesario aclarar que aparecen dos figuras
clave en el Cártel del Golfo: Jorge Eduardo Costilla Sánchez, alias “El Coss”,
considerado sucesor de García Abrego; y Osiel Cárdenas Guillén.
A Cárdenas Guillén se le atribuye la conformación de una
célula que funcionó como brazo armado del Cártel compuesta por militares de
élite que desertaron del Ejército para unirse al crimen organizado, Los Zetas,
entonces, en un principio, ambos grupos fueron uno mismo.
El grupo tomó más fuerza y controló los negocios ilícitos en
los estados de Tamaulipas y Nuevo León. En 2003 detuvieron a Osiel Cárdenas. El
gobernador Yarrington terminó su administración un año después. La DEA
estadounidense lo acusó de lavar dinero proveniente del Cártel del Golfo.
Además, Estados Unidos le confiscó un lujoso condominio en Texas.
Aún está prófugo
En 2007 extraditaron a Estados Unidos a Osiel Cárdenas. El
24 de febrero de febrero de 2010 fue sentenciado a 25 años de prisión por un
Tribunal de Texas.
Entonces el gobernador era Eugenio Hernández Flores. El
Cártel era una bomba de tiempo a punto de ocasionar una ruptura irreconciliable
que tenía en la mano y no le explotó, del todo, a él. Terminó la administración
y también fue acusado por la DEA de lavar dinero para el Cártel del Golfo, 30
millones de dólares que no tenían explicación.
También este gobernador sigue prófugo.
Y en este punto lo que un día fue uno, se partió en dos
organizaciones antagónicas. Los Zetas ya eran un ente autónomo dispuesto a
pelear.
El PRI apostó por Rodolfo Torre Cantú como candidato a la
gubernatura para el periodo 2011. En 2010, año clave en el enfrentamiento entre
los dos cárteles, antes de las elecciones, fue asesinado a balazos. El crimen
se atribuyó a Los Zetas.
Su lugar fue ocupado por su hermano, Egidio Torre Cantú, que
ganó las elecciones con 60 por ciento de los votos y tomó posesión como
gobernador en enero de 2011.
Aquí aparece en el mapa, otra vez, Armando Núñez Montelongo,
como secretario Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública.
Bajo esta administración, un grupo de Los Zetas masacró a 72
migrantes centroamericanos en San Fernando a los que secuestraron en su camino
hacia los Estados Unidos. En la misma administración descubrieron una fosa
clandestina con 196 cadáveres.
En este gobierno Tamaulipas vivió el año más violento en
toda la historia del estado: 2012 registró mil 016 asesinatos.
Mientras, al gobernador se le descubrió una propiedad en San
Pedro Garza García, uno de los municipios más ricos del país, con un valor aproximado
de 340 millones de peso.
Hasta el momento, Torre Cantú no es investigado. Armando
Núñez Montelongo, encargado de la operación del C-4, se vio envuelto en otro
escándalo luego que el Ejército descubriera que había cámaras del crimen
organizado dispuestas en postes de luz para vigilar a los oficiales.
A pesar de todos esos capítulos, Núñez se afianzó como
secretario del Ayuntamiento de Ciudad Victoria, puesto que obtuvo cuando el
PRI -después de más de 80 años- perdiera la gubernatura frente a Francisco
García Cabeza de Vaca, del PAN, quien tomó protesta el 1 de octubre del año
pasado.
En su campaña por la gubernatura, García Cabeza de Vaca
criticó la pasada administración y la catalogó como un régimen de crimen
político-organizado, pero hasta el momento no se han presentado denuncias por
corrupción o complicidad de los funcionarios priístas.
En esta administración y en este contexto político y
criminal, Armando Núñez Montelongo, pasó de secretario del Ayuntamiento a
sospechoso de nexos con el crimen organizado.
A Núñez le aceptaron
su renuncia y por ahora no enfrenta ninguna acusación formal que lo asocie con
el crimen organizado.
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