Carlos Ramírez.- Sólo intenciones políticas manipuladas podrían tratar de articular negativamente los casos de El Palmarito y la ley de seguridad interior: el primero fue un exceso de fuerza de un soldado que ya fue condenado por la propia Secretaría de la Defensa Nacional y la segunda es urgente para construir el marco jurídico que considera la violencia del crimen organizado como un asunto de seguridad nacional dentro del territorio. Lo grave del caso de El Palmarito radica en el hecho de usarlo para posponer el debate sobre el ma…