Alfredo Martínez de Aguilar.- El huevo de la serpiente largamente empollado por la Sección XXII de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) inicia el cierre de su ciclo y empieza a devorarse la cola. A querer o no, guste o no, es el principio del fin anhelado por los mexicanos y más por los oaxaqueños en particular, especialmente por los aterrados miles de trabajadores de la educación. El negro historial de los capos, comandantes, sicarios, activistas y milicianos, públicos y clandestinos, se caracteriza por…