Javier Alatorre.- Toña amaneció con palpitaciones. No le ha tocado nada todavía en la campaña política de este año y el cuarto en el que habita con sus hijas amaneció más miserable que ayer. Aún no llegan las lluvias, pero el hedor en toda su calle es insoportable. Espera que las campañas electorales de este año se lleven la pestilencia. Hace 15 días le pidieron la credencial de elector y la firma de papeles a cambio de conectarle al drenaje. “Eso nos dicen desde hace dos años, y que ahora sí lo ponen. El domingo llegó una se…