Poniendo fin a meses de especulaciones, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, declaró su pre-candidatura presidencial este miércoles por la noche, donde buscará competirle mano a mano a su antiguo mentor político, Donald Trump, para obtener la candidatura del Partido Republicano.
“Me postulo para presidente de los Estados Unidos para
liderar nuestro gran regreso estadounidense”, dijo DeSantis, de 44 años, al
multimillonario Elon Musk durante un bizarro evento de Twitter Spaces que tuvo
fuertes problemas técnicos y fue la primera vez que un candidato a presidente
se anuncia a través de una entrevista de solo audio.
“Gobernar no es entretenimiento”, dijo DeSantis en un
obvio golpe a Trump. “No se trata de construir una marca o señalar virtudes. Se
trata de entregar resultados y nuestros resultados en Florida han sido
insuperables”.
DeSantis llegó a la gobernación de Florida en 2018 tras
años de completa irrelevancia como diputado junior del estado, hasta que vio la
oportunidad de pegarse a Trump. Tras recibir el aval del entonces presidente,
quien decidió ponerlo bajo su ala política y hacerlo su mano derecha en el
estado, DeSantis saltó al estrellato.
Fue sin dudas el gobernador trumpista más efectivo del
país. Pasó una batería de leyes de derecha directamente de la agenda de su
mentor, muchas que incluso el propio Trump no pudo pasar a nivel nacional tras
perder la Cámara de Representantes en aquellas elecciones.
Así, llegó a 2022 como uno de los más importantes y
leales delfines políticos de Trump, que incluso muchos ya daban por descontado
que sería el candidato a vicepresidente en un fórmula 100% trumpista junto al
ex presidente. Reeligió ese año como gobernador por casi 20 puntos.
En noviembre de ese mismo año, tras su reelección, según
fuentes con conocimientos de los hechos, fue cortejado por lo que se conoce
como la “Vieja Guardia” del Partido Republicano, liderada por el ex presidente
de la Cámara de Diputados, Paul Ryan, y compuesta por la familia de los Bush
(Texas y Florida), los Cheney (Wyoming), los McCain (Arizona), los Romney (Utah),
y los Murdoch (Fox News).
Estas influyentes familias dominan el Partido Republicano
desde la década del ’80 y nunca aceptaron el liderazgo de Donald Trump tras su
irrupción política en 2016. En 2020, trabajaron de la mano con la campaña de
Biden para que no reeligiera, e incluso boicotearon los intentos de combatir el
fraude electoral y ordenaron a sus diputados y senadores que no respaldaran las
presentaciones legislativas para auditar las elecciones
Los McCain, por ejemplo, fueron fundamentales en frenar
la auditoría que iba a tener lugar en Arizona, consolidando el estado para los
demócratas, mientras que Paul Ryan directamente hizo campaña para Biden en
Wisconsin.
Este grupo había elegido al ex vicepresidente Mike Pence
para que sea su representante en las primarias republicanas que comenzarán a
fin de este año, desesperados por encontrar a alguien “trumpista” dispuesto a
enfrentar a Trump, a sabiendas que si ponen un candidato abiertamente
“anti-Trump”, no tienen posibilidades de ganar.
Pero Pence nunca levantó en las encuestas, y tras ver el
masivo triunfo de Ron DeSantis en Florida el año pasado, decidieron intentar
convencerlo para que le suelte la mano a su jefe político y se anime a
desafiarlo: y lo lograron.
De esta manera, el “establishment republicano“, que fue
expulsada del liderazgo por Trump en los últimos años, ha encontrado en Ron
DeSantis una persona fácilmente manipulable, un “Caballo de Troya” que pueden
usar para volver al poder engañando al electorado.
Actualmente, Trump se ubica cómodo en la cima de las
encuestas, sacándole casi 30 puntos a DeSantis, pero en el entorno del
gobernador aseguran que esta diferencia se acortará cuando el dirigente de la
Florida arranque su campaña y empiece a recorrer el país.
En enero, cuando empezó a recorrer el rumor de su
candidatura, Trump estaba midiendo 55% contra 29% de DeSantis, según la
consultora Emerson, puntuada con una calificación de “A-“, una de las mejores
encuestadoras de primarias en Estados Unidos.
En febrero, los brutales ataques de Trump contra DeSantis
y la no confirmación de su candidatura llevaron esta diferencia a +30 puntos.
Si bien Trump no subió, la inacción de DeSantis empezó a provocarle una caída
en las encuestas.
En abril, tras la imputación de Trump por la fiscalía
ultra-demócrata de Manhattan, el ex presidente vio un masivo crecimiento en las
encuestas, que lo llevaron a ubicarse en 62%, según Emerson, pero es un número
que repiten en todas las consultoras. “DeSanctimonius”, como lo apodó Trump,
cayó al 16%.
En las encuestas que se publicaron el mismo día que Ron
DeSantis hizo el anuncio en Twitter, Trump mantiene una masiva ventaja en la
intención de voto. CNN, el medio más anti-Trump, lo ubica con una ventaja de 27
puntos, mientras que el resto lo ubica por encima de los 30 puntos de
liderazgo.
El anuncio más extraño de la historia
Mientras los candidatos a presidente suelen anunciarse a
través de eventos con público en vivo, Ron DeSantis intentó innovar y anunció
su candidatura en una transmisión de Twitter Spaces con el CEO de la compañía,
Elon Musk, y uno de los principales financistas de su campaña, David Sacks.
La aparición se transmitió solamente por audio y comenzó
alrededor de las 7 p.m., pero se retrasó más de 20 minutos cuando una avalancha
de oyentes hizo que se cayera el espacio. Finalmente apareció durante más de
una hora, donde leyó un discurso pre-fabricado, y después respondió preguntas
pactadas previamente que hicieron Elon Musk, el activista Chris Rufo y el diputado
Thomas Massie, que integran el “círculo íntimo” de lo que será su campaña
presidencial.
DeSantis busca posicionarse como un campeón de muchas de
las mismas políticas que Trump, pero sin el bagaje de la grieta y los ya más de
8 años de difamaciones públicas de los medios. Durante el Twitter Space, dijo
que va a repetir la rebaja de impuestos que implementó Trump en 2018, dijo que
prometía terminar el muro fronterizo que comenzó Trump en 2019, y que, así como
prometió Trump en su anuncio presidencial, militarizará la frontera.
“Nuestra frontera sur se derrumbó, las drogas están
llegando al país, nuestras ciudades están siendo vaciadas por el aumento del
crimen“, le dijo a Musk. “El gobierno federal está haciendo que sea más difícil
para la familia promedio llegar a fin de mes y lograr y mantener un estilo de
vida de clase media y nuestro presidente, carece de vigor y se tambalea frente
a los desafíos de nuestra nación y sigue el ejemplo de los lunáticos
progresistas”, completó.
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