Brutal asesinato del padre Isaac Achi, párroco de Santos Pedro y Pablo, en Kafin- Koro, en la diócesis de Minna en el Estado de Níger.
“Condenamos enérgicamente este horrible acto de asesinato
como bárbaro, cruel y despiadado. Las fuerzas de seguridad tienen que hacer
todo lo posible para detener a los criminales que están detrás de este
asesinato y llevarlos ante la justicia”, así se manifestaron los obispos
nigerianos ante el brutal asesinato del padre Isaac Achi, párroco de los Santos
Pedro y Pablo, en Kafin- Koro, en la diócesis de Minna, en el Estado de Níger
en la Nigeria central septentrional.
El asalto tuvo lugar a las 3 de la madrugada del domingo
15 de enero, cuando un grupo armado intentó entrar en la casa parroquial del
padre Isaac y, al no conseguirlo, prendieron fuego a la vivienda, quemando vivo
al sacerdote que dormía profundamente. Su asistente, el padre Collins Chimuanya
Omeh, logró escapar pero recibió un disparo y resultó herido y ahora está
hospitalizado en estado grave.
“No se debe permitir que los delincuentes deambulen
libremente dentro de nuestras comunidades. Esto los alienta a seguir cometiendo
más y más delitos”, dice la nota firmada por monseñor Lucius Iwejuru Ugorji,
arzobispo de Owerri y presidente de la Conferencia Episcopal Católica de
Nigeria (CBCN), condenando el brutal asesinato.
El padre Achi también había sido párroco de la iglesia
católica de Santa Teresa Madalla, también en el estado de Níger, bombardeada
por terroristas de Boko Haram el 25 de diciembre de 2011 en la que murieron 44
personas.
“Vinieron a matar. Si su propósito fuera un robo o un
secuestro habrían actuado de otra manera” afirmó por su parte, el obispo
auxiliar de Minna, monseñor Luka Sylvester Gopep, a la Agencia Fides. “Incluso
antes de prender fuego a la casa, los bandidos dispararon indiscriminadamente.
Un signo de su voluntad de matar”, agregó monseñor Gopep.
Según el obispo auxiliar de Minna, “el asalto fue
cometido por una banda de pastores fulani. Pero nos preguntamos quién los envió
a asaltar la casa parroquial”.
En otra zona de Nigeria, otro sacerdote fue secuestrado
el sábado 14 de enero. El padre Michael Olubunimi Olofinlade, párroco de la
Iglesia de San Jorge, Omu Ekiti, en el Área de Gobierno Local de Oye, en el
Estado de Ekiti, Suroeste de la Federación.
“El padre Olofinlade estaba en una misión pastoral fuera
de la parroquia. Su secuestro se produjo cuando regresaba a la parroquia hacia
las seis de la tarde”, indica un comunicado de la diócesis de Ekiti.+
Con información de AICA.org
0 Comentarios