“Vengo aquí a pedirle apoyo y justicia laboral, porque hasta temo por mi vida”. La periodista Lourdes Maldonado lanzó este mensaje de alerta en frente del presidente Andrés Manuel López Obrador. Fue hace tres años en una de sus primeras conferencias matutinas en Palacio Nacional. Este domingo, su cadáver ha aparecido en Tijuana, Estado de Baja California, dentro de un coche con varios impactos de bala en el rostro. Es el segundo periodista asesinado en una semana en la ciudad fronteriza y el tercero del país desde que arrancó el año, prolongando la senda homicida contra la informadores en México, el país del mundo más letal para la prensa.
Una patrón similar al asesinato de Margarito Esquivel hace seis días. El pasado lunes, a las 12.45, el fotógrafo Margarito Esquivel salía de su casa en Tijuana, en la colonia Sánchez Taboada. Allí fue abatido a balazos. El reportero gráfico, de 49 años, estaba especializado en sucesos y noticias policiales. Trabajaba para el Grupo Cadena y el semanario Zeta, además colaboraba con medios internacionales como la BBC.
Así mismo, el 16 de enero El Financiero informó el
asesinato del periodista José Luis Gamboa en la ciudad y puerto de Veracruz,
confirmó la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas (CEAPP). El
cuerpo de Gamboa fue hallado con heridas de arma blanca en el fraccionamiento
Floresta del puerto jarocho el pasado 10 de enero, sin embargo hasta hace poco
no había sido identificado.
“Es necesario que la FGE realice todas las diligencias y
agote todas las líneas de investigación hasta esclarecer este hecho que ha
impactado en el gremio periodístico veracruzano”, señaló la CEAPP en un
comunicado.
De acuerdo a algunas versiones las heridas podrían haber
sido causadas durante un intento de asalto, sin embargo por la saña que
presentan, otros exigen que se investigue bajo el contexto de su labor informativa.
En el caso de Maldonado, que había sido reportera para
Televisa, llevaba años en un pleito legal contra una televisora local propiedad
del exgobernador del Estado, el morenista Jaime Bonilla, por despido
injustificado. La periodista se refirió directamente al caso durante su
denuncia ante el presidente López Obrador. “Nada o poco puedo hacer yo contra
ese personaje”, dijo entonces.
López Obrador se ha referido este lunes en la conferencia
matutina al asesinato de la periodista: “No se puede en automático vincular una
demanda de tipo laboral a un crimen, no es responsable adelantar ningún
juicio”. El mandatario ha asegurado que su Gobierno mantuvo “comunicación con
ella porque no era un asunto de amenazas, de violencia”. “Mi compromiso es que
no haya impunidad, que se encuentren a los responsables”, ha afirmado. López
Obrador ha apuntado a una violencia “heredada”, “un proceso de degradación
progresivo” que empezó “hace 20 o 30 años”.
Maldonado, según informaciones de medios locales, estaba
desde el año pasado inscrita en el Mecanismo de Protección a Periodistas y
Defensores de los Derechos Humanos. Se trata de un resorte de prevención y
ayuda para los comunicadores, en este caso de carácter estatal, que está
también en el punto de mira de las críticas. La medida no ha impedido que las
cifras de la violencia contra informadores sean cada vez peores en el país. En
2021, nueve reporteros murieron de forma violenta. Este año, sin acabar aún el
primer mes siquiera, ya son tres víctimas.
México es el país más mortífero del mundo para la prensa,
según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en
inglés). Jan-Albert Hootsen, representante del CPJ, explicaba hace unos días a
este diario que México es la única nación donde los niveles de violencia
letales contra los periodistas no han cambiado, sino que se mantienen con los
distintos Gobiernos: “La violencia es una constante. Y la conclusión después de
tres años de Gobierno de López Obrador es que no solo no ha podido resolver las
decenas de asesinatos de periodistas, defensores y activistas, sino que ha
hecho muy poco para prevenirlos”.
La organización, que lleva desde 1992 un conteo global de
estos ataques, registró hasta final del 2021 138 asesinatos en México. Artículo
19, una organización mexicana defensora de la libertad de expresión, computa
cifras todavía más altas: 145 desde 2000.
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