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Es Biden, salvo un cataclismo

Columna: Uso de Razón
Pablo Hiriart

Es Biden, salvo un cataclismo


MIAMI, Fl.- A prepararse porque, salvo que ocurra un cataclismo, el próximo presidente de Estados Unidos será el demócrata Joseph Biden.

Trump tuvo en Cleveland la gran oportunidad de mostrar que podía alcanzar en la carrera, y eso no sucedió.



Perdió en el terreno que se suponía imbatible: el debate como le gusta a la galería.

La publicación de sus mentiras fiscales lo descompuso.

A la prensa denostó, y la prensa lo hizo llegar a Cleveland tambaleante y encandilado.

Necesitaba noquear, y perdió.

El voto ya está definido. El debate del martes no lo cambió.

Tan está definido el sufragio de los estadounidenses que una aplastante mayoría vio ganar a Biden el primer debate presidencial, que suele ser el de mayor peso.

Y dado lo caótico que fue, tal vez sea el único.

Sin embargo, a pesar de la holgada diferencia entre quienes dieron por ganador al demócrata sobre el presidente Trump, la aguja de las preferencias no se movió.

Un buen número de electores dijo sí, ganó Biden, pero de todas maneras votaré por Trump.

Admiten que perdió.

La prestigiosa publicación FiveThirtyEight encargó a Ipsos un ejercicio esclarecedor: encuestar a un espectro representativo a nivel nacional días antes del debate, y volver a hacerlo inmediatamente después del debate.

El resultado sorprende y subraya que el voto está decidido.

Sólo dos décimas de punto aumentó Biden con el debate, y Trump bajó una décima. Nadie cambió de opinión, dado que el margen de error es de 1 a 1.9 por ciento.

El desempeño de cada uno sí fue marcadamente diferenciado por la población encuestada por Ipsos: el 59.7 vio a Biden bien o muy bien, y el 39.2 vio mejor a Donald Trump.

Para el 50 por ciento de los encuestados la actuación del presidente Trump fue “muy mala”.

También en propuestas ganó Biden: el 60 por ciento dijo que las suyas eran buenas o muy buenas, contra 40 por ciento que dijo lo mismo de las formuladas por el presidente Trump.

Esos veinte puntos porcentuales no se reflejan en un cambio en el sentido del voto. El que está con Trump sabe que son mejores las políticas que presentó Joseph Biden, pero votará por el presidente.

La única encuesta nacional que incluía el día del debate, la de The Economist/YouGob, daba ocho puntos de ventaja al aspirante Joe Biden.

Así es que la aguja no se movió. Eso fue un triunfo para Biden.

El sentido del sufragio de los electores ya está decidido. Más aún cuando millones de estadounidenses ya están votando.

Lo dice la encuesta de Ipsos para FiveTirthyEight: el 95 por ciento de los que prefieren a Biden va a ir a votar, y el 93 por ciento de los que sufragarán por Trump también lo va a hacer.

CNN hizo una encuesta –sin la sofisticación de la anterior– inmediatamente después de que concluyó el debate, y 60 por ciento vio ganar a Biden, contra 40 por ciento que dio como ganador al presidente.

Y CBS News recogió que el 48 por ciento apuntó a Biden como ganador del debate, y el 40 por ciento a Donald Trump.

A Biden le bastaba con que no lo aplastaran en el encuentro del lunes para mantener ventaja sobre Trump, y triunfó por un alto margen, dicen las encuestas.

Con lo ocurrido antenoche en Cleveland, Joe Biden tiene la mesa puesta para rechazar los siguientes debates con “un psicópata que viola todas las reglas de un debate”, como se publicó ayer.

Hasta ahí los números.

La valoración política de la actuación del presidente fue implacable con él, incluso entre los más altos dirigentes de la mayoría republicana en el Senado.

Sus alusiones al “fraude” fueron severamente condenadas y se tomaron como una señal de derrota y de peligro para la democracia en Estados Unidos.

Más implacable fue el repudio a su negativa a condenar explícitamente el supremacismo blanco.

Era la gran oportunidad para Trump de dar un nuevo aliento a su campaña, a 34 días de la elección. La desperdició y no atrajo el voto indeciso.

Pero, cuidado, cuando se trata de Trump, y sobre todo de los grupos racistas y armados que lo apoyan –y se negó a condenar el lunes–, cualquier desenlace cabe dentro de las posibilidades.

Lo más sensato sería que el equipo de seguridad de Joe Biden redoble sus cuidados.