Ricardo Alemán
El mundo ya lo sabe; conoce la mayor debilidad del
gobierno mexicano; la mentira.
Y es que, desde el pasado viernes, distintos medios del
mundo –sobre todo reputados diarios internacionales–, reportaron que el
gobierno de López Obrador oculta información sobre el número real de infectados
y/ muertos a causa del Covid-19. Por cierto, nada que no se supiera en México.
Y, como era de esperarse, el gobierno de AMLO reaccionó
enojado y, por medio de sus aplaudidores deslizó su argumento favorito; que
existe una campaña internacional contra su administración. ¡Lo loco..!
Lo cierto, sin embargo, es que corresponsales
extranjeros, acreditados en México –de los diarios The New York Times, The Wall
Strett Journal, Los Ángeles Times, El País y la agencia de noticias AP, han
visto lo mismo que la mayoría de los periodistas mexicanos; que el narcisista
presidente mexicano y el zar para el Covid-19, Hugo López-Gatell, engañan sobre
el impacto real de la pandemia en los ciudadanos. Incluso comparan a López con
Trump.
Es decir, que Obrador y Gatell no reconocer que los
hospitales están rebasados, que no hay control real de la pandemia y que el
número de infectados y muertos a causa del virus, está muy lejos de las cifras
oficiales.
En pocas palabras, la prensa extranjera comprobó lo que
muchos en México han dicho –hemos dicho–; que López Obrador y su gobierno han
llegado el extremo de mentir sobre lo más preciado en democracia; el peligro
que corre la vida de millones de ciudadanos, por un lado, y las causas de miles
de muertes, por el otro.
Pero tampoco es novedad que AMLO es un político, líder
social y gobernante mitómano. Durante los últimos tres años –poco antes del
arranque de su campaña presidencial–, aquí dijimos que Obrador gustaba de
mentir; que sus promesas de campaña eran irreales y sólo imaginación, imposible
de cumplir. Dijimos que, por todo ello, López llevaría al país a la ruina.
Desde entonces, muchos creyeron que esa crítica –siempre
apoyada en hechos y evidencias–, era parte de una campaña contra el más
aventajado aspirante presidencial.
Por eso, justo hace dos años el propio Obrador ordenó
lanzar la más costosa campaña en redes, contra el autor del Itinerario
Político, al que pretendió callar porque se había convertido en el más severo
crítico de sus aspiraciones delirantes. Hoy el país está al borde de la ruina.
Ya presidente, Obrador nos regala, todos los días,
contundentes pruebas de esa mitomanía sin freno, al extremo de que la empresa
especializada, SPIN, le ha contabilizado casi 30 mil mentiras en sólo 17 meses
de gestión.
Pero las mentiras llegaron al extremo cuando lo que
estaba en juego era la vida de los mexicanos. El primer caso se produjo el
Tlahuelilpan, en donde más de 130 personas murieron en una explosión provocada
por otra mentira presidencial; la supuesta lucha contra el “huachicol”.
Luego, ante la llegada de la pandemia del Covid-19 a
México, fue mayor la mitomanía oficial.
Y es que, desde el inicio de la crisis sanitaria, el
gobierno federal minimizó sus efectos y el propio presidente invitó de manera
irresponsable a salir a la calle y abrazarse, mientras que el encargado de
informar sobre las acciones oficiales ante la pandemia se burló de aquellos
gobiernos estatales que, de inmediato, implementaron acciones contra el
contagio.
Luego vino el engaño sobre el estado de salud del sistema
sanitario en México. Y es que una de las primeras acciones del gobierno de
Obrador fue, precisamente, destruir el sistema de salud, para desviar esos recursos
a sus programas clientelares.
Ya con la pandemia encima, muchos denunciaron
(denunciamos) que no existía correspondencia entre la experiencia de la
pandemia en otras partes del mundo, y los reportes de infectados y muertos por
Covid-19 en México.
Primero el gobierno federal reaccionó tarde ante la
llegada de la pandemia, luego minimizó sus efectos; más tarde mintió al decir
que México estaba preparado, luego engaño con el supuesto equipamiento adecuado
en hospitales y sobre las medidas preventivas para médico y enfermeras.
Al final, el engaño mayor; ocultó el número de víctimas
mortales. Pero sólo era cuestión de tiempo para que ocurriera lo que vimos a
partir del 8 de mayo; que las mentiras estaban a la vista de todos.
Y a partir del viernes 8 de Mayo, en una macabra
sincronía, los diarios The New York Times, The Wall Street Journal, Los Ángeles
Times y El País, además de la Agencia de Noticias AP, revelaron la
inconsistencia de las cifras oficiales sobre la pandemia y el criminal
ocultamiento de la realidad por parte de presidente Obrador, del encargado de
informar sobre el Covid-19, Hugo López-Gatell y de la jefe de gobierno de CDMX,
Claudia Sheinbaum.
¿Qué falta para que los partidos políticos opositores y
la opinión pública, en general, exijan sancionar, con todo el peso de la ley, a
un gobierno mentiroso y criminal?
Al tiempo.