Rubén Cortés
Las estancias infantiles cumplen un año sin subsidio del
gobierno, y a los Refugios y Centros de Atención Externa para mujeres el
gobierno les retiene aún 405 millones 761 pesos destinados en el presupuesto
para este año.
Sin embargo, la titular de Segob se encuentra tan
desconectada del gobierno, que ayer, por la declaratoria de emergencia, propuso
que los refugios, centros de atención a mujeres víctimas de violencia y las
estancias infantiles sean servicios esenciales.
¿Cómo será esencial algo dejado de la mano de Dios por el
gobierno? Y, en el caso de los Refugios y Centros de Atención Externa para
mujeres, éstas y sus hijas e hijos tienen la vida en riesgo mientras no les
sean liberados esos recursos.
Porque a las organizaciones femeninas les preocupa la
crisis por el Covid-19, no sólo en relación con la salud de las mujeres, sino
por el incremento de casos de violencia
machista en los hogares, que surgirán como consecuencia del aislamiento social.
La estancia forzosa en casa durante más de un mes (por
ahora) provocará un incremento de la violencia intrafamiliar contra las
mujeres, por las condiciones de hacinamiento y falta de ingresos económicos.
Así que lo mejor que podría hacer la secretaria de
Gobernación es, al menos, gestionar con Hacienda que entregue esos 405 millones
761 pesos, aunque parece difícil, pues Hacienda ni siquiera pudo comprar 15 mil
respiradores para la emergencia sanitaria actual.
Hacienda no pudo superar “complicaciones administrativas”
y “facturas en el extranjero”, por lo que ahora México tiene solo cinco mil de
los más de 20 mil respiradores que necesita ¡Como va entonces a saber liberar
la lana para los refugios de mujeres!
Sí: la titular de Segob debe de estar muy desconectada
del gobierno para proponer como servicios esenciales algo que el gobierno tiene
en el abandono total, como los refugios, centros de atención a mujeres víctimas
de violencia y estancias infantiles.
Muchas estancias infantiles, por ejemplo, han cerrado y
otras incrementaron sus colegiaturas para no desaparecer, ya que el gobierno
dice que entrega mil 600 pesos en mano a las madres para que ellas, o las
abuelas, cuiden a los niños.
Cuando la 4T asumió la presidencia, había nueve mil 125
estancias infantiles en todo el país, y 93.9 de los beneficiarios consideraron
que “mejoraron su calidad de vida y de sus hijos, por brindarles la posibilidad
de empleo, salud mental, salud física e ingresos”.
Así lo reveló un monitoreo del programa en 2018, realizado
por el Coneval, mientras que 96.5 por ciento consideró que la atención y
cuidado de sus hijos tuvo un impacto positivo en el desarrollo del lenguaje de
los niños.
Ah, pero la 4T quitó las estancias…
Para dar lana en mano.