El tiempo nos dió la razón, el pasado 29 de febrero se confirmó la renuncia, coincidió con la separación de
Julio ‘Astillero’ Hernández de la dirección
editorial de La Octava 24 días antes; el lugar que
ocupará Alfonso Martínez.
El primer año de ejercicio Alfonso Martínez fue cesado de
su cargo por ineptitud, la orden provino desde la oficina de la Fundación
Colosio ubicada en la Ciudad de México.
Sin embargo, Alejandro Murat, ya gobernador de Oaxaca,
armó tremendo berrinche para que Alfonso Martínez regresara a la Vocería del
gobierno, esto, bajo el compromiso de trabajar para mejorar su imagen.
Lo cierto es que nada de esto ha pasado, Alfonso Córdoba
y su séquito de cercanos colaboradores se han dado una vida de lujos, según nos
comentan, viajan constantemente playas paradisiacas en el interior del país.
Este grupo “exquisito”, según nos platican, ha visitado
países como Londres, España y Francia, se entiende que con gasto al erario
público. Esto es creíble porque los recursos de Alfonso Martínez son
discrecionales.
El tema es que la coordinación maneja 271 millones de
pesos de presupuesto para este año y la imagen del gobernador Alejandro Murat
se desgasta cada vez más a nivel estatal y nacional.
El gobernador necesita mayor presencia en medios
nacionales con agenda propia como en el Reforma, El Universal, Jornada,
Excélsior, El Financiero, El Economista, El Sol de México, La Crónica, así como
noticieros en TV.
En pocas palabras necesita un equipo que valore control
de daños y manejo de crisis. Un cuarto de guerra pues…
Se manejan muchos nombres…de ello depende el futuro
político de Alejandro Murat.
Por eso la renuncia de Alfonso representa la "liberación" del gobernador consentido de AMLO.