Rubén Cortés.-
Es inevitable ver nuevamente Chernobyl, la miniserie de
HBO, al escuchar el concepto del gobierno mexicano sobre el conocimiento:
“Nuestros funcionarios deben tener 90 por ciento de
honestidad y 10 por ciento de experiencia. Ya para irnos entendiendo mejor,
porque hay quienes tienen mucha experiencia, están graduados hasta en
universidades del extranjero, tienen hasta doctorados, pero son deshonestos, y
a nosotros lo que más nos importa es la honestidad”.
En el sistema de gobierno que provocó el desastre demencial
de la planta nuclear soviética de Chernobyl, el concepto era parecido:
“Los funcionarios en el socialismo deben tener 90 por
ciento de lealtad al partido comunista y 10 por ciento de conocimientos”.
Para entender mejor lo que pueden provocar la castidad y
la fidelidad, por encima del entendimiento, resulta didáctico revisar algunas
frases célebres de Chernobyl:
1. –Hubo un
accidente en Chernobyl pero me aseguran de que no hay problema.
–Yo le digo
que lo hay.
–Prefiero mi
opinión a la suya.
–Soy física
nuclear. Antes de ser secretario usted trabajaba en una fábrica de zapatos.
–Sí. En una
fábrica de zapatos. Y ahora yo mando. Por los trabajadores del mundo.
2. –El turno de noche no tenía la formación. Ni siquiera
sabía qué se haría. El responsable tenía una experiencia en el puesto de cuatro
meses.
3. –Mi amigo Yuri
trabaja en la planta. Dice que funciona sin gas ni fuego, solo átomos. Dice que
no debes acercarte mucho al combustible. Si lo haces, debes tomar un vaso de
vodka por hora, por cuatro horas.
–¿Yuri no es
plomero?
–En la planta
nuclear, sí.
4. –Nuestra fe en el socialismo soviético siempre será
recompensada. El Estado nos dice que la situación no es peligrosa. Tengan fe,
camaradas.
5. –Me complace
informar que la situación en Chernobyl es estable. En cuanto a radiación, me
dicen que es el equivalente a una radiografía.
6. –¿Científico,
cómo funciona un reactor nuclear?
–La respuesta
no es tan sencilla, secretario del Partido
–Lo diré de
otra forma. Dígame cómo funciona un reactor nuclear o uno de los soldados lo
lanzará del helicóptero.
7. –Eso estuvo increíblemente bien. Pareciste un idiota
ingenuo. Y los idiotas ingenuos no son amenaza.
8. –¿Por qué? Por
lo mismo que no tenemos edificios de contención alrededor de las plantas
nucleares, como en Occidente, y por lo mismo que somos el único país que
construye reactores refrigerados con agua y moderados con grafito con
coeficiente de vacío positivo. Porque es más barato.
10. –¿Cuánto
cuestan las mentiras? No es que vayamos a confundirlas con verdades: el peligro
es oír tantas que ya no reconozcamos la verdad”.