- A más de medio siglo del paro de la Asociación Mexicana de Médicos Residentes e Internos (AMMRI) irónicamente resurge el conflicto en el sector salud, en el primer gobierno de izquierda.
- Afortunadamente, el titular de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) cuenta con la amistad confianza y respaldo incondicional del Gobernador Alejandro Murat para entregar resultados.
Alfredo Martínez de Aguilar
Sin duda, la historia es cíclica. No es circular ni
lineal, sino elíptica. Los acontecimientos actuales así lo prueban. Una vez
más, se comprueba que los sucesos en México se repiten periódicamente.
Seguimos tropezando en el país con la misma piedra. La
causa sigue siendo históricamente la misma: malos y pésimos gobiernos,
corruptos, autoritarios, soberbios e ineptos por improvisados.
Hace 54 años inició el paro nacional de la AMMRI el 13 de
enero de 1965. Las demandas eran las mismas: mejoras tanto salariales como
sociales. Hoy al igual que entonces gobernaba el viejo PRI.
Esta mañana los médicos residentes, se reunirán en la
Fuente de las Ocho Regiones portando un moño azul, realizar una marcha y exigir
respeto a su imagen y por los derechos de los becarios.
Asimismo, rechazan el retraso en el pago de sus becas,
también demandan aumento a las becas, rechazo al descuento nacional y, sobre todo,
se pronuncian por mayor apoyo al sector salud.
Con gran compromiso y responsabilidad social de las
autoridades y personal del Hospital General Dr. Aurelio Valdivieso los diversos
servicios no se han sido suspendidos y la afectación es mínima.
El Dr. Ernesto Garzón, Director del Hospital Dr. Aurelio
Valdivieso asegura que las actividades se realizan normalmente de manera
cotidiana y no se han cancelado consultas ni cirugías.
En sus reportes diarios al Secretario de Salud, Donato
Casas Escamilla, el doctor Garzón informa que el personal desempeña las labores
que les compete, específicamente el gremio médico.
Por oficio número 0088 de fecha 2 de abril de 2019,
dirigido a Ernesto Ortiz Yescas, Coordinador Administrativo de la Dirección
General de Calidad y Educación en Salud se informó que es improcedente en las
unidades administrativas el otorgamiento de la percepción por 3 mil pesos
otorgado a los residentes con vales.
A partir de la quincena 7 de 2019, primera de abril, se
aplicó descuento en una sola exhibición, por lo que los médicos residentes
iniciaron asamblea permanente a partir del día 5 de abril a las 7 horas.
Aunque no se haya solicitado servicio médico en el
Hospital Civil, es sabido que este nosocomio enfrenta graves carencias de
personal, medicamentos e insumos, equipo e instrumental.
No obstante lo añejo de estas necesidades insatisfechas
el mayor problema que enfrenta hoy en día el sector salud y especialmente el
Hospital Aurelio Valdivieso, es la escandalosa corrupción.
Con visión, sensibilidad y firmeza de carácter el
Secretario de Salud, Donato Casas Escamilla, busca dar solución a los graves
problemas que enfrentan desde hace muchos años los Servicios de Salud.
Afortunadamente, el titular de los Servicios de Salud de
Oaxaca (SSO) cuenta con la amistad confianza y respaldo incondicional del
Gobernador Alejandro Murat para entregar resultados.
Como derechohabientes los mexicanos y oaxaqueños
necesitamos exigir un servicio de salud de calidad, ello implica que las
instituciones y funcionarios tengan un ambiente laboral adecuado.

Por la ley de la compensación, no hay mal que por bien no
venga. Oaxaca salió ganando con dos extraordinarios médicos, el neurólogo Jorge
Ayala Villareal y el urólogo Isaías Valdés Zaragoza.
A pesar de sus inconformidades contra el viejo sistema
político mexicano, con integridad y congruencia revolucionaron con sus
aportaciones los conocimientos de la neurología y urología.
A ambos médicos mucho debe Oaxaca en general y en
particular varias generaciones egresadas de la Escuela, hoy Facultad de
Medicina de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO).
El viernes 5 de abril los médicos residentes de 10
hospitales federales en la Ciudad de México y algunos estados estallaron un
paro de labores porque no les han pagado las quincenas de marzo y descontaron
un bono sexenal sin previo aviso.
La mañana de ayer un contingente de 400 médicos
residentes del Hospital General de México y algunos del Hospital Rubén Leñero
fueron convocados para marchar hacia el Zócalo capitalino.
Solicitaron audiencia en Palacio Nacional con Andrés
Manual López Obrador y entregaron un pliego petitorio tras no tener respuesta
alguna. No se conocen detalles de lo acordado.
El sector médico en México se ve afectado por diferentes
problemas del sector salud: escasez de medicamentos, falta de presupuesto,
retraso de pagos y opacidad en los contratos de residentes.
No obstante los motivos por los que los médicos
residentes del Hospital General de México y del Hospital General Dr. Rubén
Leñero, fueron: retraso de pagos y falta del bono sexenal.
La marcha se destacó por su impecable organización en
orden y sobre la banqueta para evitar el caos vial. Portaban un listón azul en
el antebrazo como símbolo de unión entre los residentes.
Asimismo, de la misma forma, algunos médicos afirmaron
que no se desatenderían sus labores y una vez que fueran atendidos, regresarían
a sus centros de trabajo en los hospitales.
Hace medio siglo, las inconformidades empezaron un año
atrás, el 26 de noviembre de 1964 cuando los residentes de cinco hospitales de
la Ciudad de México y algunos estados hicieron una huelga para obtener mejores
condiciones de trabajo.
Sus peticiones en común eran que los becarios pudieran
pasar a ser empleados, que tuvieran prioridad los exresidentes cuando hubiese
necesidad de contratar médicos, y que se resolvieran sus problemas de carencia
de hospedaje, calzado y vestuario.
Además había una lista de peticiones particulares de
acuerdo con las necesidades de cada hospital en cada entidad federativa.
El 20 de diciembre los médicos se reincorporaron a sus
labores, pero en vista de que no habían recibido una solución satisfactoria a
sus exigencias, el 13 de enero del 1965 reinician la huelga encabezada por el
médico Norberto Treviño, la cual fue declarada ilegal.
La salud pública se vio afectada en distintas áreas,
principalmente en el IMSS, a pesar que se dijo que no había tenido mayores
dificultades gracias “a la colaboración leal y excepcionalmente eficaz de los
médicos de planta” y al ISSSTE.
Este último recibió varias quejas de la sociedad en
general entre las que destacaron las de los comités sindicales de la Secretaría
de Agricultura y Ganadería, del Poder Ejecutivo del Distrito y Territorios
Federales, del Departamento de la Industria Militar, de las secretarías de
Hacienda y Crédito Público y Recursos Hidráulicos.
Debido al paro, al cual tacharon como una actitud que
"implica negar el juramento de Hipócrates", dichos comités exigían:
la suspensión de la existencia de becarios en el ISSSTE y el empleo de médicos
con capacidad, experiencia y en número suficiente, para atender a sus
compañeros y familiares.
Ante la magnitud del problema el presidente Gustavo Díaz
Ordaz aceptó entrevistarse con los médicos el 20 de enero y les prometió
resolver el problema laboral, pero les exigió que se levantara el paro de
labores antes del 17 de mayo o, de lo contrario, perderían sus plazas y por
consiguiente sus pagos.
El 26 de octubre el cuerpo de granaderos, bajo la orden
del presidente Díaz Ordaz, desalojó a los médicos de los hospitales 20 de
Noviembre, Colonia y Rubén Leñero.
Sin mejoras y con la impotencia entre sus manos el 6 de
septiembre de 1965 sólo algunos médicos pudieron regresar a sus trabajos,
puesto que varios de sus compañeros fueron arrestados y otros despedidos.
alfredo_daguilar@hotmail.com
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