Carlos Ramírez.-
La crisis del sistema educativo del Estado ha respondido
a una disputa por el poder del sindicato de maestros y al papel de la educación
como aparato ideológico del Estado para educar a los niños en el pensamiento
priísta y ahora morenista.
Las dificultades del gobierno de López Obrador para
aprobar una nueva reforma educativa son continuidad de las de 1956-1958 por el
liderazgo del Partido Comunista en el SNTE, de la de 1978 que prohijó a la
Coordinadora disidente, la de 1989-1992 con el derrocamiento de Carlos Jongitud
Barrios y el encumbramiento salinista de Elba Esther Gordillo y de las
sucesivas crisis promovidas por la lideresa Gordillo para convertir al SNTE, a
su jefatura y a los maestros en un poder autónomo del Estado y al servicio del
mejor postor.
El arresto y encarcelamiento de Gordillo en enero de 2013
fue producto de las exigencias de la lideresa de parcelas de poder superior a
las del presidente Enrique Peña Nieto y al tono autoritario de Gordillo
desdeñando al jefe del Estado. Pero al mismo tiempo, la reforma educativa de
Peña Nieto necesitaba fuera del SNTE a Gordillo porque los maestros iban a
dejar de ser un mando superior al Estado y pasarían a subordinarse al Instituto
Nacional de Evaluación Educativa y al Sistema Nacional de Evaluación Educativa.
La reforma de López Obrador que quiere abrogar la reforma
peñista fue vista por la maestra Gordillo como la gran oportunidad para
regresarle al SNTE el poder entregado por Salinas de Gortari en 1989-1992 y
quitado por Peña Nieto en 2013-2014. Paradójicamente, la gran aliada de
Gordillo-SNTE es de nuevo la Sección 22 de Oaxaca y la CNTE porque le están
haciendo el trabajo sucio a la lideresa, de tal manera que el tibio secretario
de Educación, Esteban Moctezuma Barragán, pidió ayuda a Gordillo y al SNTE para
controlar a la 22. La 22 maneja su autonomía relativa, pero en los hechos
depende de la estructura del SNTE como sección orgánica.
La reforma salinista de 1992 descentralizó el pago a
maestros a los estados, pero dejó claro en el decreto --página 8-- que “los
gobiernos de los estados reconocen al Sindicato Nacional de Trabajadores de la
Educación como el titular de las relaciones laborales colectivas de los
trabajadores de base”. Gordillo cedió secciones y cuotas a los líderes
radicales de las secciones a condición de que siguieran como secciones
oficiales, les autorizó que realizaran una segunda negociación estatal después
de la oficial nacional y por si fuera poco les dio permiso de usar a la CNTE
como organización paralela al SNTE sin permiso legal.
El Acuerdo Para la Modernización Educativa de Salinas en
1992 fue realizado por el gobierno federal, los gobiernos estatales y el SNTE
de Gordillo, cuando en la realidad los maestros son trabajadores de la
educación y no instancia definitoria. Los maestros son contratados para aplicar
la política educativa del Estado. Salinas descentralizó presupuestalmente la
educación, pero mantuvo el SNTE como eje nacional y por tanto como un poder al
servicio del gobernó.
Los gobiernos panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón
pactaron con Gordillo el apoyo de los maestros que había sido desdeñado por el
presiente Zedillo y la victoria del PAN colocó a la líder del SNTE como un
poder real. Gordillo quiso apoderarse del PRI en el 2005-2006 y fue expulsada;
como consecuencia, se fue con Calderón a la campaña. La Alianza Educativa de
Calderón del 2008 logró una evaluación light avalada por Gordillo, pero a
cambio de más dinero y posiciones de poder fuera del área educativa, como el
manejo del ISSSTE y todos sus presupuestos.
Como en 2012 Gordillo no se entendió con la candidata
panista Josefina Vázquez Mota cuando había sido secretaria de Educación
(2006-2009) y chocó con ella en el acuerdo por la calidad educativa, pactó con
Peña Nieto: apoyo de maestros al PRI en acarreo de votos y control de casillas,
a cambio de mantener sus áreas de poder y añadirse otras. Sin embargo, lo que
la perdió fue su choque con Peña Nieto, quien aprovechó el entendimiento para
ganarle las elecciones a López Obrador y ya en la presidencia, en diciembre de
2012 y los primeros días de enero, se negó a cumplir los pactos, Gordillo le
alzó la voz al presidente de la república y amenazó con destruirlo y el final
fue la orden de aprehensión y cárcel por un sexenio.
El poder de Gordillo está en el control caciquil del SNTE
y el manejo titiritero de la 22 y las otras secciones del CNTE. Lo malo es que
la maestra Gordillo quiere más que el SNTE y otras posiciones: anhela la
presidencia de la república, pero ya se le pasó el tiempo y la circunstancia. Y
de ahí su furia sin control.
Nuevo enfoque de Trump. El despido de Kirstjen Nielsen
como secretaria de Seguridad Interior representó un cambio de enfoque
estratégico: Trump baja el tema de terrorismo y da prioridad a los asuntos
migratorios. Su sucesor será Kevin McAleenan, comisionado de Aduanas y
Protección Fronteriza. El mensaje fue claro: la migracionización de la
seguridad interior de los EE. UU. y ya no el terrorismo.
Política para dummies: La política es el poder, así de
simple.
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