AGENCIA QP-
MARTES 29 ENERO 2019
¡QUE CONSTE,…SON REFLEXIONES!
POR SÓCRATES A. CAMPOS LEMUS.
“YALITZA OLIVARES, LA OAXAQUEÑA QUE ROMPIÓ ESTEREOTIPOS;
CON 310 MILLONES DE REPRODUCCIONES HACE HISTORIA EN EL CINE INTERNACIONAL, POR
LA PORTADA DE LA REVISTA VOGUE”.
LA VIDA
POR SUPUESTO QUE BRINDA MUCHAS SORPRESAS, un día andas en las nubes y al otro
estás en el suelo tratando de sobrevivir, otras más, de la nada, olvidadas las
mujeres en los secos terrenos de la MIXTECA, allá en Tlaxiaco, que ha marcado
la vida de Oaxaca, unas veces como la pequeña Francia y otras como un municipio
cerrado y golpeado por la miseria, la desocupación y el olvido, recibe ahora
las noticias de que una de sus hijas, mujer estudiosa, formada en la Escuela
Normal de Oaxaca como maestra de educación básica, buscando empleo en lo que le
gustaba y teniendo que adaptarse a la fabricación de piñatas para sobrevivir,
llega, como de bote pronto a las cámaras para descubrir la vida del cineasta
Alfonso Cuarón, allá en la colonia Roma y, ella, descubriéndole como magia
encarnando a la chica que cuidaba la casa y era como una parte de la familia,
lejana en el trato de los adultos pero cercano al cariño y al afecto de los
chicos que gozaban con su afecto, cuidados y amor en esas épocas donde quedan
los recuerdos bien grabados en el corazón y así, Yalitza, de pronto toma las
luces y las sombras y encarna su propio yo y sale a dar lecciones de vida y de
gestos y sonrisas y tragedias a lo largo de este recuento de vida del cineasta
en sus años mozos, como que vuelve a los viejos tiempos e incluso, los blancos
y negros se conspiran con los sentimientos y las emociones y ahí, Yalitza, es
ella, sonriente, con su cara fuerte de joven india mixteca y llega de la
derrota al triunfo y la fama, de nuevo, a recibir un homenaje en su Tierra a la
que ama y extraña, de la que se formó y se forjó y ahí, recibe las atenciones y el reconocimiento de
parte de Karla Martínez de la revista Vogue México y va acompañada de Ivette Morán de Murat, de Lila Downs, de Georgina Meneses de
Eufrocina Cruz Mendoza, Ana Vázquez Colmenares, Adriana Aguilar y de su pueblo,
de su gente, de la que tomó su magia y su estilo, su corazón valiente, y debe
ser impactante para una chica como ella los cambios violentos de vida y de
conocimientos de formas de estar y de ser, pero allá, en la Mixteca, en
Tlaxiaco, ahora conocido y reconocido, por una joven mujer, maestra, mixteca y
formada en su tierra, los tiempos y las tareas del cambio van poco a poco,
entre los comales y las tortillas, las clayudas y los mezcales y las canciones
que rescatan Lila y la Meneses que nos hacen llorar o reír o bailar y de ahí, de
esas tierras secas, desiguales, abandonadas, nace la nueva estrella que nos
alienta a ver la vida distinta y con el poder de cambiar, para bien, sin duda
alguna.
Ahora ha
sido una llegada fugaz, motivada por un reconocimiento más que merecido, llegando
al centro del Templo de Santo Domingo rescatando su flora en bellos jardines,
diferente a la tierra seca y abandonado de la Mixteca y de esa parte del
“aeropuerto” que marca a Tlaxiaco, en una época, como una pista clandestina
donde bajaban los avioncitos cargados de “fayuca” llevando en sus entrañas la
marihuana de la costa y de la sierra, ahí, donde sigue la miseria y el
abandono, donde continúa la violencia de los nuevos cadeneros y pandilleros que
lo mismo trafican huachicol que drogas o se alquilan como moto taxistas y
halcones o sicarios de pacotilla, ahí donde asesinaron a su presidente recién
electo, ahí, donde los favores y los agravios no se olvidan, ahí, donde el agua
es escasa al igual que el empleo y hay que reconocer que entre todo ese enorme
desmadre dejado por gobiernos anteriores, Alejandro Murat, hace esfuerzos para
llevar nuevas obras e imponer la seguridad, no es tarea sencilla, los recursos
son escasos y las necesidades muchas y los hampones abundan y los policías
pocos, mal preparados y sin equipos, hacen lo que humanamente hace un agente en
esas condiciones, pero ahí van, hoy, con los ojos del mundo puestos en ese
sitio, así como en la colonia Roma llegan muchos a conocer las calles y las
casas y los perros y las viejas historias para adaptarse a Roma, igual,
comienzan a llegar de visitas a Tlaxiaco muchos mexicanos y extranjeros
alertados por Yalitza y su seno familiar y de su historia, por ello, todos le
agradecemos su humildad y su grandeza, todos entendemos que debe ser impactante
el cambio y cuesta mucho conservar las raíces pero, allá son fuertes y grandes
y por ello, con esas raíces mixtecas le salieron a Yalitza las alas largas de
libertad y, el cambio, sin duda, será bueno para esa región y el estado, porque
hay que entender que, cuando una estrella sube al cielo desde los claros cielos
de Tlaxiaco, se ilumina la vida de muchos oaxaqueños, en sonrisas, recuerdos,
sabores, colores y sueños… Bien por Yalitza y bien por Alejandro Cuarón…Bien
por la revista Vogue que reconoce el impacto y el valor de Yalitza y su rostro
que muestra vida, bien por las guerreras oaxaqueñas que arroparon a su par en
la lucha por el nuevo trato a las mujeres y el fin de la violencia, que con sus
cantos o sus acciones, como Ivette Morán, dan muestra cada día del trabajo
diario y constante al que hay que entregarse, y la arroparon como suya, bien
por las oaxaqueñas y oaxaqueños que defienden sus raíces y se sienten orgullos
de ser como son porque son valientes, honestos y creativos en la vida… Gracia,
pues, Yalitza, por esa lección de vida.