Raymundo Rivapalacio.-
1er. TIEMPO: Cuando todo se rompió. Al político
antisistémico por antonomasia, Andrés Manuel López Obrador, le saltó el desafío
más grande que le hayan hecho. El Ejército Zapatista de Liberación Nacional
(EZLN) le dedicó palabras muy fuertes como “loco”, “descerebrado”, “tramposo”,
llamó “babosos” a sus legisladores e ingenuos —al menos— a quienes votaron por
él, por que quiere hacer el Tren Maya. Las palabras del EZLN causaron gran
indignación a los más rupestres de su corte, pero López Obrador fue mucho más
cuidadoso que sus ignorantes fans. El ataque retórico, lo sabe, tiene un origen
en julio de 2001, cuando como jefe de gobierno de la Ciudad de México y el jefe
político del PRD en aquel entonces, instruyó a sus diputados para que votaran
junto con el PRI y el PAN en contra de los Acuerdos de San Andrés Larráinzar,
sobre los derechos y la cultura indígenas. Esa acción fue tomada como una
traición. Al conmemorar su 25 aniversario desde La Realidad, uno de los
caracoles
—que son puertas de entrada a las comunidades chiapanecas
autónomas—, el Comandante Moisés, uno de los dirigentes cafetaleros cuyos
cultivos se perdieron al cerrar el gobierno del presidente Carlos Salinas el
Instituto Mexicano del Café (Inmecafe) y dejar que el mercado regulara los
precios, brazo derecho del Subcomandante Marcos, convertido en Galeano para
guardar un perfil más bajo, leyó un discurso de tres mil 371 palabras donde
resumieron años de agravios de López Obrador contra los zapatistas. La ruptura
con López Obrador se agudizó hace cinco años, cuando el EZLN habló del
advenimiento de “una cosa peor” de lo que se había vivido, una “hidra” y un
“monstruo”, como definieron a López Obrador. Moisés siempre formó parte del
Comité Clandestino Revolucionario Indígena, la Comandancia General del EZLN,
cuya dirigencia real, con Galeano y Tacho, se mantiene intacta. Como su vocero,
planteó los términos de la lucha contra López Obrador: el Tren Maya. Por sus
tierras, advirtieron, no pasará. Detrás de las mofas que hicieron de López
Obrador por lo que consideran nula autenticidad para hablar a la Madre Tierra y
pedirle permiso para zanjarla y meter en ella su proyecto personal, se
encuentra un desafío: si esa región le pertenece al EZLN, que luchó por ella
desde el primero de enero de 1994, ¿por qué quien desprecian como político de
izquierda quiere quitárselas?
2O. TIEMPO: Los traidores se pintaron de morenos. Desde
hace tiempo Andrés Manuel López Obrador y los zapatistas están enfrentados por
la conquista de un territorio, por parte del presidente, y la defensa de su
gran radio de acción territorial, en total control de los zapatistas. El Tren
Maya es una amenaza para todo aquello por lo que lucharon durante 25 años,
porque el plan estratégico del nuevo gobierno para el sur, con el proyecto del
Istmo de Tehuantepec y la industrialización de esa región, choca con los
propios objetivos estratégicos del EZLN, planteados por Marcos durante las
negociaciones con el gobierno sobre los Acuerdos de San Andrés Larráinzar, de
que esa misma zona forme parte de lo que sueñan con que sea la República de
Chiapas. La disputa territorial con el Tren Maya es la última ofensa. Desde
hace casi dos décadas, el EZLN ha resentido cómo a lo largo de los años, López
Obrador se ha rodeado de políticos que actuaron contra los zapatistas. En la
votación de 2001, no sólo fue el PRD el que votó por la contrarreforma en
Chiapas, sino que uno de sus senadores chiapanecos, Rutilio Escandón, fue una
de las voces más críticas para sabotearla, junto con el entonces senador
priista Manuel Bartlett. Escandón es el actual gobernador de Chiapas, y cuñado
de Adán Augusto López Hernández, gobernador de Tabasco, muy cercano al
presidente. Hace tiempo Bartlett, quien fue el último secretario de Gobernación
con la mano muy dura, decidió reinventarse políticamente y se acercó a López
Obrador, quien lo arropó y lo nombró director de la Comisión Federal de
Electricidad (CFE).
3er. TIEMPO: El lopezobradorismo está partido por el
EZLN. Vaya que hay contradicciones dentro del equipo del presidente Andrés
Manuel López Obrador, ahora que está liado con el EZLN. El jefe oficioso de la
propaganda del presidente, Epigmenio Ibarra, era correo del EZLN con disfraz de
periodista, hasta que fue detenido en un retén militar en Chiapas en febrero de
1995, junto con Javier Elorriaga, a quien acusaron de ser miembro de la
guerrilla. Ibarra fue puesto en libertad por el entonces presidente Ernesto
Zedillo tras una petición directa del entonces director de La Jornada, Carlos
Payán, bajo el acuerdo que no trataría ningún tema de política, que cumplió
hasta que terminó ese sexenio. Elorriaga no contó con esos buenos oficios y fue
sentenciado a 13 años de prisión por los delitos de terrorismo, rebelión y
conspiración. Zoe Robledo, nombrado subsecretario de Gobernación, es hijo de
Eduardo Robledo, gobernador de Chiapas por escasos dos meses, destituido por el
entonces presidente Zedillo, por presiones del EZLN, y como uno de los gestos
para iniciar las negociaciones de los Acuerdos de San Andrés Larráinzar.
También está, de manera sobresaliente, Adelfo Regino, director del Instituto
Nacional de los Pueblos Indígenas, a quien López Obrador encomendó a organizar
la mano de obra para la construcción del Tren Maya. Regino, paradójicamente,
fue asesor del EZLN durante la negociación de los acuerdos y cuando se dio la
contrarreforma, fue uno de los críticos, y hoy ha sido el único de todos
quienes fueron protagonistas en Chiapas y con el EZLN, que ha tomado la
palabra, para decir que López Obrador está dispuesto a retomar los Acuerdos de
San Andrés Larráinzar. Sugerencias de ello que en el pasado no tuvieron efecto
entre los zapatistas. ¿Por qué ahora? Cuando fue jefe político del PRD aceptó
el argumento oficial de que los acuerdos dividirían al país y lo balcanizaría,
al crear pequeños Estados con fueros y privilegios. Aquel discurso es todavía
más vigente hoy en día, al ser las mismas palabras que utiliza López Obrador
para consolidar su poder. Es decir, si antes no le creían los zapatistas, ahora
sí, pero por diferentes razones. Irá por el EZLN, que sin embargo, ya empezó a
preparar las barricadas.