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FOTO: John Ackerman y AMLO. INTERNET |
Pablo Hiriart.-
Angustia que un partido que puede llegar a la presidencia el
próximo año tenga líderes, cercanos al candidato, que repudien la enseñanza del
idioma inglés en las escuelas públicas.
En una diatriba contra la reforma educativa, John Ackerman,
asesor muy próximo a López Obrador, escribió este domingo en Proceso que “no
hace falta aprender el idioma del nuevo imperio”.
Apunta Ackerman que “hablar español, el idioma de nuestros
primeros (sic) colonizadores, ya nos da acceso al ‘mundo global’ tan admirado
por (Aurelio) Nuño”.
Este fundamentalismo antiestadounidense pretende inhibir la
capacidad de elección de los jóvenes mexicanos, que necesitan más herramientas
para optar por empleos mejor remunerados.
Ahí está lo que piensan en Morena. Y a ese partido le llaman
la “esperanza para México”.
Los que dicen estar a favor de los pobres, con sus rencores
y disrupciones mentales los quieren condenar a seguir en la pobreza a
perpetuidad.
En México hay cinco estados cuyas economías crecen tanto o
más que la de China. Y el común denominador de esas entidades es que están
conectadas al comercio mundial y al turismo extranjero. El lenguaje universal
en esos terrenos es el inglés.
Y los estados más atrasados del país son aquellos donde la
CNTE, aliada de Morena, ha tenido la rectoría en materia educativa… hasta que
llegó la reforma.
Pero no discutamos con un fanático. Leámoslo para
cerciorarnos de lo que piensan de la educación en ese partido.
Dice Ackerman: “Lo que hace falta hoy no es aprender el
idioma del nuevo imperio, sino dirigir la mirada hacia adentro para promover un
renacimiento integral de la enorme creatividad y profundidad de todos los
mexicanos…” bla-bla-bla. Puro rollo.
Afirma que la enseñanza del inglés obligatorio en primaria,
y profesores bilingües desde las normales, es porque “México necesita
urgentemente que sus obreros puedan leer los manuales escritos en Seattle así
como obedecer las órdenes emitidas por sus nuevos jefes de Houston y Nueva
York”.
Dice a continuación: “Esta miserable lógica entreguista es
la que predomina en el gobierno federal y en las mentes de todos los líderes
del PRIAN-RD. Sueñan con desaparecer a México (sic), y en particular al
terrible estorbo de los millones de mexicanos dignos y conscientes, para
‘integrarse’ plenamente en América del Norte”.
Cuidado, no es de risa. Estos fanáticos pueden ganar las
elecciones y gobernar el país a partir del próximo año.
Creen que por aprender inglés va a desaparecer México.
Ven al conocimiento como un enemigo. Lo mismo piensan los
talibanes en Afganistán.
Lo que es una herramienta útil para integrarse mejor al
mundo globalizado y tomar sus ventajas, para los ayatolas de Morena es un acto
de sumisión ante el imperio.
Nadie ha planteado que la enseñanza del inglés sea una
‘varita mágica’ para solucionar los problemas de México, como dolosamente
atribuye Ackerman al secretario Nuño. Pero es fundamental que la mayoría de los
jóvenes dominen ese idioma.
Un ingeniero de sistemas que no hable o entienda inglés,
tiene una enorme desventaja.
Hasta para entenderse con los chinos se necesita hablar
inglés. Nos guste o no, es el idioma global.
¿Qué México quieren estos fundamentalistas?
Uno que se asemeje a Guerrero en su grado de desarrollo. O a
Oaxaca. Y de ninguna manera a estados conectados con la economía mundial:
Querétaro, Aguascalientes y varios otros.
Los pobres, para Morena, deben seguir siendo pobres, para
que vivan de los subsidios del gobierno en turno. De esa manera se les controla
políticamente.
Es la lucha de dos proyectos de nación: volver al México de
los 70 o moldear el México que debe emerger en el siglo XXI.
Y eso es lo que se va a dirimir en la próxima elección
presidencial.
Twitter: @PabloHiriart