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Basura, convertida en arma político-electoral

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DETRÁS DE LA NOTICIA
Alfredo Martínez de Aguilar



En menos de un mes otro coctel altamente explosivo, por gravemente contaminante, ha sido lanzado, nuevamente, contra los sufridos habitantes de la capital oaxaqueña más que contra el Ayuntamiento, después de la Guelaguetza aderezada con basura.
¿Será simple casualidad o coincidencia que, otra vez, los vecinos de la Agencia Municipal Vicente Guerrero y de las Colonias Unidas de la Villa de Zaachila, gobernada por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), bloqueen el Tiradero Metropolitano?
¿Será simple casualidad, sobre todo, que la toma del Tiradero Metropolitano ocurra la víspera del inicio del ciclo escolar 2017-2018, amenazado de ser saboteado por la Sección XXII de la CNTE, estrechamente vinculada a Manuel Andrés López Obrador (MALO)?
Otro elementos objetivo que fortalece la hipótesis de ser un movimiento perversamente orquestado es el manipuleo de Flavio Sosa Villavicencio, cuya mano negra mueve la cuna de la violencia política en diversos municipios, y está detrás de los dirigentes de las Colonias Unidas.
Por cierto, es obligado preguntar porque la Fiscalía integró la Carpeta de Investigación y buscó que el Juez obsequiara solo orden de aprehensión contra “Don Panchito” Francisco Martínez Sánchez y su hijo Francisco Martínez Rodríguez, y no contra Flavio Sosa Villavicencio. ¿A quién sirve, y quién ampara y protege a este último provocador incendiario?
Y todavía hay un elemento más inquietante, el desplazamiento de la responsabilidad de la operación política de los conflictos en Oaxaca del Secretario General de Gobierno, Héctor Anuar Mafud, por el Secretario Técnico del Consejo Estatal de Seguridad Pública, Teniente de Navío José Manuel Vera Salinas.
Ahí está la denuncia de la presidenta municipal de la Villa de Zaachila, Maricela Martínez Coronel, quien dijo que “la problemática de la Agencia Municipal Vicente Guerrero y colonias circunvecinas con el Frente Popular 14 de Junio, la revivió el Teniente José Manuel Vera Salinas”.
La alcaldesa culpa, pues, al Secretario Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública, “quien ya rebasó al titular de la Secretaría General de Gobierno (SEGEGO), Héctor Anuar Mafud, en la toma de decisiones, y quien en lugar de solucionar empeora las cosas”, enfatizó la edil.
Llama poderosamente la atención de los observadores políticos el hecho que, no obstante que el Oficial de Infantería de Marina Paracaidista fue Director General de Seguridad Pública y Secretario de Protección Ciudadana en el gobierno del vituperado Ulises Ruiz Ortiz goce de amplias facultades en la actual administración estatal para operar políticamente.
A la luz de estos hechos públicamente conocidos, no es nada descabellado ni producto de una mente calenturienta ni con imaginación novelesca sostener que la proliferación de la basura en las calles de la capital oaxaqueña, ha sido convertida en arma político-electoral.
Bajo esta perspectiva, lo peor de todo, es que el bloqueo del Tiradero Metropolitano tenga una alta carga política de “fuego amigo” en contra del gobernador Alejandro Murat y del alcalde José Antonio Hernández Fraguas como estrategia de presión preelectoral.
Entendible, jamás justificable, porque si a lo largo de los sexenios federales y estatales, así como de los trienios municipales, los diversos grupos políticos en pugna nunca dejan de “grillar” más que hacer política, ésta se intensifica durante la temporada electoral.
La Historia ha demostrado que las crisis se convierten en oportunidades de crecimiento y desarrollo para todos aquellos que tienen visión, sensibilidad y audacia. La nueva crisis por el golpeteo político con la basura es una gran oportunidad para Alejandro Murat y Toño Hernández Fraguas.
Sonó la hora que el gobernador y el presidente municipal capitalino continúen sumando esfuerzos por Oaxaca, estado y capital, ahora, detonando la Cultura de la Basura, mediante una intensa y permanente campaña en los medios de comunicación y de movilización en todos los sectores sociales.
Difícilmente ambos gobernantes tendrán mejor oportunidad, porque los tiempos electorales se les vinieron encima; para impulsar la información, concientización y organización de la población para cambiar su actitud y conducta ante el creciente problema de la proliferación de la basura.
Efectivamente, es una tarea titánica, pero para alcanzar tan ambiciosa meta basta echar mano de la infraestructura social organizada de manera natural con una visión integral. Ahí están las decenas de cámaras y organismos empresariales y clubes sociales buscando ser útiles.
Los empresarios pertenecientes a la Asociación de Hoteles y Moteles deben ser los principales interesados en inculcar a sus miles de trabajadores, evitar la mala imagen de las calles de la ciudad, a través de la separación de la basura y la producción de composta para sus jardines y macetas.
Pero detonar la Cultura de la Basura va más allá al promover el emprendedurismo entre los miles de desempleados o subempleados, jubilados y pensionados para separar la basura y producir composta en las azoteas de sus hogares, si no cuentan con jardín o áreas verdes.
Con audacia, incluso, se pueden aprovechar las márgenes de los ríos y arroyos que cruzan y circundan la región de los Valles Centrales. La composta producida podría revitalizar cientos de hectáreas hoy por hoy depauperadas por los campesinos y agricultores oaxaqueños en estrecha coordinación con las Secretarias de Agricultura y Ganadería (SAGARPA) y Desarrollo Agropecuario, Pesca y Acuacultura (SEDAPA).
Los industriales de la madera y de plástico bien pudieran ofertar pequeños contenedores para la producción de composta a precios sumamente accesibles, en virtud que sus ganancias nada menores serán garantizadas por la venta masiva de sus productos.
Especial atención se debe prestar para reforzar la cultura ambiental entre los alumnos de educación básica, preprimaria, primaria y secundaria, que ayer iniciaron exitosamente el ciclo escolar 2017-2018 y que suman más de un millón niños y adolescentes en el Estado.
Esta acción que requiere de una amplia participación social sería la continuación del Tequio por la Ciudad de Oaxaca al que recientemente convocó el gobernador Alejandro Murat Hinojosa y el presidente municipal capitalino, José Antonio Hernández Fraguas.
El Tequio por Oaxaca permitió hasta combinar el romance con el trabajo comunitario, como lo hicieron el Capitán de Fragata José Raymundo Tuñón Jáuregui, Secretario de Seguridad Pública, y la diputada federal priista Yarith Tannos.
Los numerosos grupos y organizaciones ambientalistas que reclaman ser tomados en cuenta por las autoridades federales y estatales, de mil amores podrían asesorar y concientizar a miles de familias oaxaqueñas en acciones tan simples y sencillas como la separación de la basura en orgánica e inorgánica.
Ahí están también las numerosas asociaciones y cofradías de la Iglesia Católicas y las decenas de Iglesias cristianas, siempre dispuestas a trabajar por el prójimo, cuya salvación espiritual inicia en la Tierra viviendo en un mundo mejor y menos contaminado por miles de toneladas de basura.
Ciertamente, impulsar la Cultura de la Basura, no es la solución total, pero permite educar a los oaxaqueños para rechazar el consumo de productos de plástico y reducir el volumen de basura orgánica en miles de toneladas, además atender las demandas de las colonias aledañas al Tiradero Metropolitano, con base en la Ley.


alfredo_daguilar@hotmail.com director@revista-mujeres.com@efektoaguila