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Por su boca muere...


Felipe Sánchez.- 


La filosofía popular enseña que “el pez por su propia boca muere”. Aplicando esta máxima en nuestros políticos chapulineros, podemos agregar que también podrían sucumbir (políticamente hablando) por lo que su boca dice pero, además, por sus acciones.
El primer dicho se refleja en el comportamiento del diputado Samuel Gurrión Matías. Su expresión de que el ex gobernador Gabino Cue, es un político “íntegro, honesto” y que “no hay pruebas para someterlo a juicio político” en el congreso local, necesariamente tendrá efecto en sus anhelos futuristas. En caso de que los compromisos políticos hicieran que el PRI lo aceptara como candidato ¿quién daría su voto a un defensor a ultranza de Gabino, el gobernante más rapaz que haya padecido nuestro estado?
Defender oficiosamente al ex gobernante que en este momento no puede eludir la vergüenza pública, exhibe al diputado juchiteco como un pre candidato fallido. Nadie, ni el propio Gabino pueden tomar la actitud servicial de Gurrión como un acto magnánimo. Su actitud, aunque sea muy hacendosa, significa defender lo indefendible. Mientras en Oaxaca el clamor generalizado es que la autoridad recupere el patrimonio de los oaxaqueños y que los saqueadores del sexenio pasado sean llevados a la cárcel, este diputado camina en sentido contrario. Los compromisos políticos de Samuel Gurrión terminarán con sus sueños guajiros que le hacen ver su futuro político en un escaño o en otra curul federal.
LO MISMO
Un virus fatal, el de la corrupción, invade a la clase política. Seis ex gobernadores están procesados en este momento por actos de corrupción y hay indicios para pensar que, antes de que finalice este sexenio federal, podría aumentar a una decena. En Oaxaca, una de las primeras declaraciones del nuevo fiscal general, Rubén Vasconcelos Méndez, ha sido en el sentido de que investigará a fondo el saqueo de las arcas públicas en el gobierno que encabezó Gabino Cue.
Pero no es solo Gabino. Los operadores del saqueo de las arcas públicas en el gobierno pasado, fueron todos los miembros de su gabinete y principales funcionarios y diputados incluyendo priistas.
He mencionado aquí el caso del actual presidente del PRI estatal, Germán Espinoza. Acusado de inflar la nómina del COBAO, pago de “aviadores”, fraude a través de la fundación, desvío de recursos públicos, etc., en lugar de investigarlo lo hacen “dirigente” de su partido. La intención es clara: darle impunidad.
Otro priista víctima de su ambición desmedida es Alejandro Avilés. Su muerte política inició con su comportamiento deshonesto como coordinador de la bancada del PRI en el congreso local. Se coludió con Carlos Altamirano en la ASE, con neoFito Toledo en la comisión de auditoría y otros diputados de la comisión de gobernación. Todos se confabularon para prostituir a los administradores municipales y vender protección a los presidentes municipales ladrones del presupuesto.
La sorpresa fue que al concluir como diputado, Avilés fue designado Secretario General de Gobierno. Lo que ya no causó asombro fue su cese a los cuatro meses. Con su comportamiento corrupto, cavó su tumba política. Terminó por enterrar sus anhelos de ser candidato a Senador. Bueno, no podrá ser candidato del PRI pero si le mete una buena “cuota” al MORENA es seguro que tendrá la bendición de El Peje.
Como la corrupción no tiene género, el vicio alcanza a las mujeres en la política. Al menos en el PRI, la práctica de los moches empieza a desdibujar los planes de algunas damas como doña Mariana Benítez en plena campaña por el Senado.
Si a los priistas les empieza a causar escozor el tema de la corrupción, en el PAN, por el contrario, merecen premio. Así se ve en el caso de la sempiterna diputada del PAN, Eufrosina Cruz. Aunque el caso sigue en tribunales, el ex edil de Huajuapam, ya se siente dirigente del partido azul y toma decisiones. Lo malo es que actúa con el hígado y no para bien de su partido. Así dicen los militantes azules que ven en su intención de remover al coordinador de la bancada de diputados locales solo para pagar lealtades de Eufrosina sin tomar en cuenta sus antecedentes de constructora a cambio de moches.

EN DEFENSA DEL EJÉRCITO
Cuando vemos a las fuerzas armadas de México (Ejército y Marina) como las únicas instituciones confiables para combatir la apabullante delincuencia organizada que parece ir ganando terreno, vale reconocer su valor. Hay que aquilatar su patriotismo al desempeñar una labor que no les corresponde porque también hay voces empeñadas en descalificar su participación en una guerra en la que han claudicado algunos gobernadores y sus policías.
Comparto con mis lectores una opinión que me parece muy acertada. Es de un soldado anónimo que circula en Internet.
En los últimos días surgió un escándalo que involucra a las Fuerzas Armadas del país en el tema de derechos humanos. La violación de los derechos humanos por parte de militares es un tema muy conocido y no se debe de ocultar, sin embargo, no es para justificar el actuar de nuestros hermanos de armas; solo diré lo siguiente y quedará a criterio de la sociedad. Los soldados ya estamos cansados de toda esta narcoguerra, de capturar crimínales y que en poco tiempo salgan libres, porque las demás autoridades no hacen su trabajo. Estamos cansados de ver cómo emboscan a nuestros compañeros de forma cobarde, y que ninguna autoridad, ONG’s o la misma Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), hagan algo. Estamos cansados de que nos acusen de “uso excesivo de la fuerza” cuando combatimos a los narcos, pero cuando el narco nos ataca en poblados llenos de civiles, con todo lo que tiene, nunca se dignen siquiera a investigar. Perdemos compañeros en esta “guerra”, y aunque eso no debe ser motivo de venganza, siempre nos dejará a nosotros ese dolor; ese dolor de ver hermanos caer y que nadie haga algo, porque somos nosotros los que salimos a partirnos la madre con los sicarios, no tú, “defensor” de los derechos humanos; no tú, miembro de alguna ONG que nos acusa de lo peor; no tú, que te quejas de nuestro trabajo en la comodidad del hogar. Hemos perdido compañeros que han sido “levantados” en su día libre y los han torturado hasta matarlos; han matado a las familias de nuestros compañeros en represalia. ¿Creen que eso no nos duele? Y sé que no faltará quien diga: “si no pueden con su chamba, sálganse”. Y a quien lo piense, le pregunto: ¿Qué espera para tomar un arma y combatir al sicario?
Yo diría: o mejor establezcamos un narco-gobierno.


@escaparate_oax