Ricardo Alemán.-
Para muchos resulta impensable. Para otros parece imposible.
Para los que simpatizan con Morena, con el PAN y el PRD, sólo sería posible
gracias a un fraude descomunal.
Y, claro, para los muchos malquerientes del PRI, los
ciudadanos son lo más parecido a “idiotas”, por cometer –según los
malquerientes--, el “pecado capital” de preferir al tricolor antes que a
cualquier otro partido.
Nos referimos –como lo adivinaron--, a las posibilidades
“muy altas” que tienen los candidatos del PRI --en las tres elecciones
estatales--, de lograr la victoria el 4 de junio próximo.
Y es que a 11 días de la elección en la que se renovarán
gobiernos en los estados de México, Coahuila y Nayarit, la ventaja es para los
candidatos del PRI; Alfredo del Mazo, Miguel Riquelme y Manuel Corta.
Más aún, según los estrategas del PRI y del gobierno
federal, el odiado partido tricolor tiene prácticamente asegurada la victoria
de sus candidatos en los estados de México y Coahuila, en tanto que existe un
apretado empate en Nayarit, en donde la coalición PAN y PRD cometió un grave
error al sacar a su candidato del último debate, el “hijito de papi”, Antonio
Echevarría, quien va a la baja de manera peligrosa.
Por eso, la estratagema de azules y amarillos en Nayarit
busca impedir la caída de Echavarría quien resultó un candidato “bulto”. Y es
que luego del golpe mediático que significó la detención del fiscal de Nayarit,
Edgar Veytia, el candidato del PRI, Manuel Cota, se fue al último lugar de las
preferencias.
Sin embargo, en casi 40 días, Cota ha recuperado poco más de
20 puntos porcentuales y ya empató al candidato de la alianza PAN-PRD “Toñito”
Echavarría, quien en medio de los escándalos de su familia sigue perdiendo
votos.
Vale recordar que el nayarita Manuel Cota ha ganado seis
elecciones consecutivas de mayoría y que la de gobernador es la séptima al hilo
en la que compite. Es decir, es un “viejo zorro” de la política y del PRI en su
entidad. Por eso, el tricolor supone que en los ocho días efectivos de campaña
que restan, podría superar al candidato de la alianza PAN-PRD.
Más aún, la mejor señal de la desesperación del PAN y PRD en
Nayarit, fue la conferencia de prensa que Ricardo Anaya y Alejandra Barrales dieron
el pasado sábado, cuando tropezaron con el escándalo de la alianza azul y
amarilla para 2018.
En esa conferencia denunciaron la supuesta intervención del
gobierno estatal a favor del PRI. En realidad lo que intentaban era frenar la
caída del candidato de la coalición PAN-PRD en Nayarit.
Y es que a 11 días de la elección más importante –previa a
2018--, el PRI dice que no existe riesgo real que signifique una derrota
inevitable en los tres gobiernos estatales en juego –sin contar Veracruz--, ya
que los candidatos y las estratagemas empleadas han sido las correctas.
Sin embargo, eso no significa que no esté presente el
fantasma de la derrota para los candidatos del tricolor. ¿Y cuáles serían los
riesgos?.
La principal preocupación en los tres estados en juego se
llaman “indecisos”. Es decir, que si salen a votar masivamente los “indecisos”,
en los estados de México, Coahuila y Nayarit, las estimaciones que tiene el PRI
y que favorecen a sus candidatos, podrían resultar alteradas.
Y sabedores de que los ciudadanos enojados, inconformes y
que están hartos de la política y los políticos pueden hacer la diferencia en
las tres elecciones, los estrategas del PAN y del PRD preparan lo que puede ser
su última estrategia; el llamado a los ciudadanos enojados, a los indecisos, a
los que creen que el PRI es el diablo de la política o, de plano, convocan a
los que odian al partido tricolor.
Por lo pronto, la gran sorpresa sigue siendo el candidato
del PRD, Juan Zepeda, cuyos números siguen a la alza y las estimaciones lo
colocan en la segunda posición, ligeramente arriba de las candidatas de Morena,
Delfina Gómez y Josefina Vázquez Mota.
Más aún, algunos estrategas del PRI sostienen que si la
elección contara con un mes más de campaña, la pelea por la victoria estaría
cerrada entre Zepeda y Del Mazo. Y sabedores de esa realidad, la presidenta del
PRD, Alejandra Barrales pidió al PAN, de manera formal, la declinación de
Josefina Vázquez Mota, a favor de Juan Zepeda, para derrotar al PRI.
Y si Juan Zepeda es el candidato sorpresa, por el qué hace
meses nadie daba un peso y que hoy es la revelación, la gran decepción –como lo
dijimos en éste espacio--, es la candidata de Morena, que sigue acumulando
negativos.
Lo cierto es que ya terminó el tiempo de las elecciones
holgadas y en el nuevo siglo mexicano lo único seguro es que las batallas
electorales --en los estados de México, Coahuila y Nayarit--, se definirán en
tribunales.
Al tiempo.
@RicardoAlemanMX