Ricardo Alemán.-
En la última década, los partidos opositores al PRI
utilizaron como arma político-electoral una de las tragedia sociales más
cuestionables; el feminicidio.

1.- Que el feminicidio es uno de los delitos de mayor
impacto emocional. Vale recordar que la política electoral es, sobre todo, un
golpe a las emosiones.
2.- Porque desde hace una década los opositores veían a
Enrique Peña como potencial aspirante presidencial. Y hoy insisten en la
estratagema del golpeteo contra Eruviel Ávila, porque cada voto ganado en el
estado de México es –por decirlo suave--, oro puro en la presidencial de 2018.
Y no, nadie niega la existencia de feminicidios en el Estado
de México y en otras entidades del país. Si, proliferan los feminicidios pero
muchas veces las cifras son interpretaciones a modo, con fines políticos y
hasta tramposas.
Pero hoy en el estado de México existe otro abuso contra las
mujeres del que nadie quiere hablar, menos las mujeres. Abuso exhibido ante
millones de personas –millones de mujeres--, a través de millones de mensajes
de radio y televisión, todos los días y en todo el país.
Y, a pesar de ese grosero abuso, nadie dice nada. ¿De qué
abuso hablamos? Vamos por partes.
¿Qué pensarían los millones de mexicanos con derecho a votar
–en especial millones de mujeres con derecho a sufragio--, si en su momento los
candidatos presidencial Felipe Calderó o Enrique Peña Nieto aparecieran en
millones de spots haciendo campaña a nombre de una candidata a un gobierno
estatal?
¿Qué pensarían esos millones de votantes, hombres y mujeres,
si en los spots electorales, Calderón o Peña se atrevieran a hablar en nombre
de una mujer que sólo asentaría con la cabeza o esbozaría una sonrisa?
¿Qué pensarían las valientes mujeres que todos los días
defienden la dignidad de género, si Calderón y Peña aparecieran en spots de la
candidata en cuestión, en los que ya nisiquiera apareciera la candidata, sino
que los señores Calderón y Peña aparecieran sólos en los espots, hablando de
las propuestas de la candidata?
¿Qué habrían dicho –frene a ese hipotético abuso sin nombre
de Calderón y Peña--, los millones de mujeres guerreras que todos los días
defienden la lucha de género, que hicieron causa de vida la defensa de la
dignidad y el respeto de las mujeres?
¿Qué habrían dicho de Calderón y Peña los miles de
activistas mujeres que en todo el país censuran --con toda razón--, a políticos
abusivos y machistas y que exigen y defienden la cuota de género de las mujeres
en las elecciones; que reclaman trato igual y paga igual…? ¿Qué habrían dicho
las mujeres que con talento y talante motejaron como “juanitas” a las mujeres
de la política que son usadas por hombres sin escrúpulos para fines
electorales?
Todos se imaginan la madriza a Calderón y Peña, por el abuso
a una mujer candidata, como la que proponemos en la hipótesis de trabajo.
¿Pero qué creen?
Que en la realidad, están ciegas, sordas y mudas todas esas
mujeres que por años defendieron el respeto a las mujeres, que han denunciado
el abuso contra las mujeres, que exigen respeto a la dignidad de las mujeres,
que plantearon y reclamaron trato igual para las mujeres en la política
¿Y por qué están ciegas, sordas y mudas todas esas mujeres
--y muchos hombres--, que dicen defender y respetar a las mujeres?
Están ciegas porque no quieren ver el grosero abuso que
ejerce todos los días Andrés Manuel López Obrador, contra la candidata Delfina
Gómez, a través de millones de spots que se trasmiten a todo el país. Están
sordas porque no quieren escuchar esa insultante suplantación y el ofensivo
abuso político electoral de la más censurable “juanita” de la historia. Y están
mudas porque prefieren guardar silencio que cuestionar y enfrentar al abusador.
Ninguna de esas
mujeres quiere ver y menos denunciar el ominoso abuso de parte de un político
depredador –como López Obrador--, que pasa por encima de la dignidad de una
mujer para lograr sus fines personalísimos de poder.
¿Dónde están las escritoras, periodistas, intelectuales,
académicas, abogadas, deportistas; las mujeres de ciencia y las mujeres del
poder, que nada dicen de “La Juanita” candidata del “partido rojo” y del
abusador?
Las
enfermedades políticas en tiempos electorales son la ceguera, la sordera y la
pérdida del habla.
En febrero,
Morena –el partido rojo--, lanzó un spot en el que Delfina Gómez aparecía acompañando a López Obrador, quien
prometía mientras la candidata se limitaba a sonreír y asentir.
Hoy, Delfina es inexistente. En el nuevo spot, aparece AMLO
solo, hablando a nombre de la candidata del partido rojo.
Escandaloso abuso de una mujer en el estado de México. Y
todos callan porque el abusador es Dios.
Al tiempo.
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