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Cero y van tres gobernadores corruptos presos ¿Y Gabino?

DETRÁS DE LA NOTICIA

Alfredo Martínez de Aguilar


Cuatro años después que se liberara una orden de aprehensión en su contra y cinco meses después que la Procuraduría General de la República (PGR) ofreció 15 millones de pesos de recompensa por el exgobernador de Tamaulipas Tomás Yarrington éste fue detenido en Italia.
Es señalado por su presunta responsabilidad en los delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita; se espera que próximamente sea repatriado. En diciembre pasado el PRI, que le llevó a ser gobernador de 1999 a 2004, le expulsó de sus filas.
La Procuraduría General de la República buscaba al ex mandatario luego que un juzgado de distrito con sede en Jalisco libró la orden de captura por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita.
La detención de Tomás Yarrington sacará chispas porque la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) acusó el 2 de agosto de 2012 a Tomás Yarrington de haber llegado a la Gubernatura de Tamaulipas con el dinero del narcotráfico.
La Procuraduría General de la República (PGR) ofrecía una recompensa de hasta 15 millones de pesos a quien o quienes proporcionen información “veraz y útil para la localización, detención o aprehensión de Tomás Jesús Yarrington Ruvalcaba”, exgobernador de Tamaulipas, quien es probable responsable de delitos contra la salud. La PGR publicó la información sobre la recompensa en el Diario Oficial de la Federación (DOF), luego que “a pesar del amplio despliegue de elementos de la Agencia de Investigación Criminal para cumplimentar la orden de aprehensión, aún no se ha logrado conocer el paradero del probable responsable, por lo que resulta de suma importancia la obtención de mayor información que permita su localización”.
La detención de Yarrington se suma a la del ex gobernador panista de Sonora Guillermo Padrés Elías y su hijo Guillermo Padrés Dagnino y a la de Rodrigo Medina de Nuevo León. Hay libradas órdenes de aprehensión contra los Duarte, Javier de Veracruz y César de Chihuahua.
En tales condiciones, pareciera que el PRI-gobierno finalmente llegó a la conclusión que la única manera de mantenerse en el poder presidencial es escuchar y atender el creciente reclamo de combatir la corrupción y meter a la cárcel a los ex gobernadores corruptos del país.
Obligado es preguntar, cuándo se procederá contra el ex gobernador oaxaqueño Gabino Cué y su mafia de rateros, Jorge Castillo Díaz, José Zorrilla de San Martín Diego, Germán Tenorio Vasconcelos, Netzahualcóyotl Salvatierra, Alberto Vargas Varela y Carlos Alberto Moreno.
La mayor y mejor estrategia para frenar a Manuel Andrés López Obrador (MALO) y el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y evitar que siga haciendo creer a los ingenuos y ambiciosos que tiene en la bolsa la presidencia, es meter a la cárcel a los corruptos.
“La detención de Yarrington se logró con motivo de la ficha roja solicitada a la Interpol por contar con una orden de Aprehensión librada por el Juzgado Segundo de Distrito de Procesos Penales Federales en Tamaulipas, por los delitos de delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita, entre otros”, detalló la PGR, en un comunicado.
Yarrington es señalado por haber recibido sobornos por parte del Cártel del Golfo y Los Zetas.
De acuerdo con reportes de inteligencia, el exfuncionario señalado por delitos contra la salud gozaba de la protección de al menos ocho policías ministeriales de Tamaulipas. En el año 2012, Tomás Yarrington fue acusado por fiscales federales de Estados Unidos de aceptar millones de dólares en sobornos de los cárteles del narcotráfico e invertir el dinero en bienes raíces en Texas. Tras estas acusaciones, los fiscales estadounidenses presentaron dos solicitudes de confiscación de propiedades.
Yarrington utilizó a varios prestanombres y negocios para “convertirse en un gran inversionista en bienes raíces mediante varios mecanismos de lavado de dinero”, según los documentos interpuestos en Corpus Christi. El otro caso de confiscación fue presentado en San Antonio.
El delito que le atribuyen a Yarrington es calificado como grave, lo que le imposibilitaría obtener un amparo para impedir su aprehensión.
Según fuentes federales, la acusación contra Yarrington se basa en las afirmaciones de los testigos protegidos “Ángeles”, “Óscar” y “Pitufo”, así como en las declaraciones de uno de sus ex administradores de bienes cuyo paradero y estatus legal se desconocen.
El ‘caso Yarrington’ comenzó el 23 de mayo de 2012, cuando fiscales federales de Estados Unidos acusaron al ex gobernador de Tamaulipas de aceptar millones de dólares en sobornos de los cárteles del narcotráfico e invertir el dinero en bienes raíces en Texas. Tras estas acusaciones, los fiscales estadounidenses presentaron dos solicitudes de confiscación de propiedades.
Yarrington utilizó a varios prestanombres y negocios para “convertirse en un gran inversionista en bienes raíces mediante varios mecanismos de lavado de dinero”, según los documentos interpuestos en Corpus Christi. El otro caso de confiscación fue presentado en San
Asimismo, la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) acusó el 2 de agosto de 2012 a Tomás Yarrington de haber llegado a la Gubernatura de Tamaulipas con el dinero del narcotráfico.
En 1998, el priista encargó a su entonces secretario de organización política, Jesús Vega Sánchez -ex líder estatal del PRI hoy fallecido-, sostener reuniones con miembros del crimen organizado para recabar fondos para su campaña electoral, según la indagatoria PGR/SIEDO/UEIDCS/012/2009.
El pasado 23 de agosto de 2012, y de acuerdo con una información publicada por diario La Jornada, el ex gobernador de Tamaulipas Tomás Yarrington Ruvalcaba negoció su ingreso al programa de testigos protegidos del gobierno de Estados Unidos; funcionarios mexicanos que participan en el gabinete de seguridad nacional revelaron que mandos de la Procuraduría General de la República (PGR) ya han sido informados de los encuentros que han sostenido autoridades de aquel país con representantes del ex mandatario.
En febrero de este año, Animal Político publicó una entrevista exclusiva con Tomás Yarrington, en la que el ex gobernador señalaba que no estaba “desaparecido ni tampoco detenido y, mucho menos, prófugo de la justicia”.
En aquella entrevista, Yarrington también acotaba que “si en verdad la DEA tuviera algo en mi contra, ya me hubiesen agarrado. Si el gobierno norteamericano localizó a Bin Laden, imaginen lo que me sucedería a mí”. 



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