DETRÁS DE LA NOTICIA DOMINICAL
Alfredo Martínez de Aguilar
Nobleza
obliga. Agradezco al ingeniero Fabián Sebastián Herrera Villagómez,
titular de la Secretaría de las Infraestructuras y Ordenamiento
Territorial Sustentable (SINFRA), la invaluable oportunidad de reiterar
que se ha rodeado de algunos corruptos y probar mi dicho con la
publicación en esta entrega de documentos que obran en poder de
diversas autoridades.
En ejercicio de mi derecho de contrarréplica doy puntual respuesta a la carta aclaratoriaenviada
con relación a la columna que se difundió en diversos medios de
comunicación el pasado 14 de febrero de 2017, con el título “Luz Orea,
ladrón de CAO, subsecretario en SINFRA”.
No desvirtúo “el noble
ejercicio periodístico con el uso de los adjetivos calificativos,
respecto al ingeniero Pascual Luz Orea Morán”, que me endilga mi
compañero y amigo M. Salvador Flores Durán, Jefe de la Unidad de
Comunicación Social de Sinfra, para intentar descalificar mi crítica.
Quien
altera y desvirtúa el uso de los adjetivos calificativos, a pesar de
sus pretendidas lecciones de ética periodística, es el ingeniero Fabián
Sebastián Herrera Villagómez y su Jefe de la Unidad de Comunicación
Social de Sinfra, M. Salvador Flores Durán, al cambiar la palabra
“rata”, utilizado en el título original de mi columna a la que alude por
el término “ladrón”.
No uso sin razón de ser adjetivos
calificativos. A diferencia del titular de SINFRA, Fabián Sebastián
Herrera Villagómez, y de su Jefe de la Unidad de Comunicación Social, M.
Salvador Flores Durán, no temo a las palabras y llamo al pan, pan, y al
vino, vino. Soy libre de pensamiento y acción. Como abogado y
periodista conozco los límites legales de la crítica.
En buen
castellano a los corruptos, también se les llama rateros y ratas. Y el
ex director de Operación Regional de CAO, hoy flamante subsecretario de
Obras Públicas de SINFRA, es un corrupto, rata, ratero y ladrón, como lo
prueban documentos que publicamos en este espacio en los que aparece
claramente su firma del adeudo que dio origen a la extorsión.
Tampoco
“desinformo a los lectores y a la opinión pública”, como lo escribió
Chava, según se lo dictó su jefe. Entiendo que se haya visto obligado
hacerlo para conservar “la chamba”. El hambre es cabrona. Antes que ser
cristiano es necesario comer.
Indispensable es reiterar
públicamente que tengo por convicción personal no mentir por razones
espirituales y religiosas, así como por razones racionalmente humanas.
No hay razón lícita, válida ni legítima para hacerlo. Mis críticas
propositivas, además, no son nada personal.
Aprendí de los
periodistas colombianos, que vivieron antes que los mexicanos el
infierno de la violencia de la guerrilla y del narcotráfico,
estrechamente vinculados a México, que el único seguro de vida del
periodista en el mundo, es no mentir.
Como reportero de la
televisión mexicana tuve la fortuna de cubrir informativamente en
Colombia la ejecución del candidato presidencial del Partido Liberal,
Luis Carlos Galán Sarmiento, y las elecciones presidenciales que ganó
César Augusto Gaviria Trujillo.
Para seguir disfrutando de la
vida y sus placeres, no miento. Humano al fin, limitado y falible, puedo
incurrir sí, inconscientemente en errores u omisiones. Con dignidad
estoy dispuesto a pedir disculpas cuando ello ocurra. Pero lo escrito
sobre el “rata” de Pascual Luz Orea, no es el caso.
No causo “un
grave daño moral al Subsecretario de Obras de la Secretaría de las
Infraestructuras y el Ordenamiento Territorial Sustentable”, y menos
todavía “por la difusión irresponsable de opiniones sin fundamento y
carentes de veracidad”. Son sus acciones corruptas las que lo dañan y
condenan, como enseguida lo demostraré.
Coincido con el
ingeniero Fabián Sebastián Herrera Villagómez que “el periodismo es una
noble labor indispensable para las sociedades democráticas, y cumple una
invaluable función social al señalar errores, omisiones o actos de
corrupción, pero es lamentable que se use para acusar sin fundamentos
legales a un servidor público y para difamar”, lo que en nuestro caso no
es así.
Sigue impunidad porque
proveedores no denuncian
El
hecho que el ingeniero Orea Morán no tenga formalmente “ningún
procedimiento legal en su contra como funcionario público, ni en el
pasado ha enfrentado ninguna denuncia por su desempeño en la
administración estatal”, no significa que realmente sea honesto, limpio y
puro.
No hay que olvidar que para seguir siendo contratados por
el Gobierno del Estado, salvo honrosas excepciones, los proveedores y
prestadores de servicios no se atreven a denunciar la escandalosa
corrupción, a través de extorsiones, como en el caso de la mafia de CAO,
a la que pertenece Pascual Luz Orea Morán, a quien acusamos de
corrupto, no de pendejo.
Y para que se vaya preparando a
contratar un buen abogado penalista, adelantamos al subsecretario de
Obras Públicas que muy pronto su nombre, con las pruebas
correspondientes, será incluido en la denuncia que interpondrá ante la
PGR el constructor Alfredo Efrén Velasco Méndez, por extorsión,
asociación delictuosa y delincuencia organizada, por sus corruptelas
como ex director de Operación Regional de CAO.
El titular de
SINFRA miente, como en esta columna lo probaremos, al afirmar que, “en
las dependencias donde ha colaborado, ha actuado siempre con estricto
apego a la legalidad y profesionalismo, y por ello es reconocido en su
campo de trabajo”.
¡Qué pronto olvidó Fabián Sebastián que uno
de los constructores, Alfredo Efrén Velasco Méndez, a quien CAO adeuda
11 millones de pesos, por no aceptar la extorsión de la mafia a la que
pertenece su subsecretario de Obras Públicas, informó con documentos en
mano la corrupción en la que participó Pascual Luz Orea Morán!
A
pesar de ello, por estúpida ingenuidad o perversa complicidad, el
ingeniero Herrera Villagómez afirma que “actualmente el ejercicio de sus
funciones es un referente dentro de Sinfra, por su lealtad e
institucionalidad, para dar resultados a los oaxaqueños”.
De
entrada, además de las declaraciones del constructor Alfredo Efrén
Velasco Méndez, víctima de la mafia a la que pertenece Pascual Luz Orea
Morán, dirigida por José Luis Pinacho Gómez y Jorge Enrique Castillo
Díaz, mis señalamientos se sustentan en los documentos del expediente
por el cual se interpuso la denuncia penal correspondiente ante la
Fiscalía General del estado, que dio inicio a la Averiguación Previa
20(FM)2016.
De las reuniones con Orea Morán existe un CD con dos
videos que ilustran la entrevista con Andrés Erick Ramírez Melgar, a
quien sustituyó Pascual Luz Orea Morán como director de Obra, en la que
requiere los 2 millones 800 mil pesos por el porcentaje de la obras
adeudadas.
El expediente con los documentos y el CD con las
videograbaciones respectivas ha sido entregado por el licenciado Alfredo
Efrén Velasco Méndez, representante legal de la empresa “DISEÑO,
ADAPTACIÓN Y CONSTRUCCIÓN INTEGRAL S.A. DE C.V.”, a la Fiscalía General
del Estado, a la Secretaría de la Contraloría y Transparencia
Gubernamental y, en breve a la Procuraduría General de la República,
para que no quede impune la escandalosa corrupción de Gabino Cué y su
mafia de rateros en la que participó Pascual Orea Morán como director de
Operación Regional de CAO.
La Averiguación Previa y/o Carpeta de
Investigación ante la Fiscalía General del Estado, fortalecerá la
denuncia penal por asociación delictuosa y delincuencia organizada, a
raíz de la tentativa de extorsión, que en breve interpondrá ante la
Procuraduría General de la República el representante legal de la
empresa “DISEÑO, ADAPTACIÓN Y CONSTRUCCIÓN INTEGRAL S.A. DE C.V.”,
contra GABINO CUÉ MONTEAGUDO, JORGE CASTILLO DÍAZ, JOSÉ LUIS PINACHO
GÓMEZ, ANDRÉS ERICK RAMÍREZ MELGAR, GUILLERMO MARTÍNEZ GÓMEZ Y PASCUAL
LUZ OREA MORAN.
Expediente que, en tiempo y forma, fue entregado
en el gobierno de Gabino Cué Monteagudo a la Secretaria de la
Contraloría y Transparencia Gubernamental, Perla Marisela Woolrich
Fernández, y posteriormente a su sucesor, el ex Procurador General de
Justicia del Estado, Manuel de Jesús López López.
Éste último,
seguramente por proteger al gobernador Gabino Cué, a Jorge Enrique
Castillo Díaz y a los directores de CAO, José Luis Pinacho Gómez y
Guillermo Martínez Gómez, fue premiado con el nombramiento de Magistrado
del Tribunal Superior de Justicia del Estado
El cada vez más
abultado expediente también ha sido entregado ya en el gobierno de
Alejandro Murat Hinojosa al titular de la Secretaría de la Contraloría y
Transparencia Gubernamental, José Ángel Díaz Navarro, quien se ha
comprometido a llevar las investigaciones hasta las últimas
consecuencias y aplicar, en su caso, las sanciones administrativas
establecidas por la Ley.
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