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Guadalupe, un rostro contra Trump

Rubén Cortés


Una mirada ya recorre el mundo como símbolo contra la política migratoria de Trump: la mirada de una mexicana. Se llama Guadalupe y las fotografías muestran su rostro nublado por una ráfaga de soledad, tristeza y desencanto, por una neblina de desolación y desesperanza.

Guadalupe García vivía desde 1995 en Phoenix, tiene dos hijos estadounidenses. La policía migratoria la deportó ayer. Su vida se quebró. No podrá volver a dormir en su cama, tomar café en su taza de todos los días, guisar en su cocina, mirar su televisión, encender su lámpara por las noches…

Es un cataclismo personal y familiar del cual no tienen ni la más remota idea, no sólo porque jamás lo han vivido, sino por ególatras y politicastros, los que desarticularon la marcha del domingo (que era por el respeto a México ante las políticas de Trump) para convertirla en una grilla de intereses individuales.

Mientras ellos viven aquí los encantos de la política chic, deleitándose en su lavadero narcisista de Twitter, la vida de Guadalupe, de 36 años, está rota, después de que en una visita rutinaria a las oficinas de migración fue arrestada y enviada a Nogales en un furgón con rejillas de acero.

Decenas de paisanos trataron de impedir que la deportaran. Uno se abrazó a una rueda del vehículo para evitar que éste se moviera. En las imágenes se ve al hombre aferrado sin importarle morir aplastado por las 3.5 toneladas del carro militar.

En tanto, aquí un puñado hace patria en las redes. Recuerda un pasaje de El monstruo dulce. ¿Por qué Occidente no gira a la izquierda?, de Raffaele Simone: “La desdicha es que la nueva derecha parece moderna, afable y chic, mientras que la izquierda es polvorienta, huraña y pasada de moda”.

Defendió mejor a Guadalupe el alcalde de Phoenix, Greg Stanton: “En vez de buscar criminales y traficantes de drogas, nuestras autoridades migratorias gastan su energía en deportar a una mujer con dos hijos norteamericanos que ha vivido aquí más de dos décadas y no es una amenaza para nadie”.

Lo menos que podrían hacer los que van a realizar sus marchas convenencieras el domingo sería imprimir carteles con el rostro de Guadalupe y tomarlo como bandera en contra de la injusticia que se está cometiendo contra los connacionales al calor de las políticas de Trump.

Los estadounidenses ya lo están haciendo: Guadalupe es el nuevo rostro de la lucha anti-Trump, como antes fueron Tareq y Amar Aziz, detenidos en Nueva York aun con visa para entrar, y Alí Vayeghan, retenido en Los Ángeles al llegar para visitar a familiares con una visa que tardó 10 años en conseguir.

El rostro de la alevosía de Trump es mexicano.
 Twitter: @ruben_cortes