DETRÁS DE LA NOTICIA
Alfredo Martínez de Aguilar
A lo largo de la historia, generaciones de ilustres oaxaqueños han aportado su genialidad a la construcción de México. Pero, salvo honrosas excepciones actuales, eso pertenece al pasado. En los últimos tiempos el enorme talento oaxaqueño es utilizado, ahora, para hacer mal.
¿Quién puede dudar de la genial perversidad de Jorge Enrique Castillo Díaz y de Juan José Álvarez Candiani para saquear el sector salud con la venta de medicamentos similares y chinos, pero no solo en Oaxaca, sino también nacionalmente en Puebla, Guanajuato y Veracruz?
A pesar de estar debidamente documentada la corrupción nacional del Cartel Oaxaca en el sector salud, dirigida por los capos Jorge Enrique Castillo Díaz y Juan José Álvarez Candiani, por qué a todas las autoridades federales y locales involucradas les vale madre estos crímenes?
La mafia de la delincuencia organizada de “cuello blanco” en cuestión ha utilizado a las empresas Phoenix Farmacéutica, S.A. de C.V., que luego cambió de razón social a Farmacias Fénix del Centro y en los últimos años a Intercontinental de Medicamentos, S.A. de C.V.
La explicación es que la amplísima red de complicidades, construida a nivel federal por los ex gobernadores Diódoro Carrasco Altamirano y Gabino Cué Monteagudo, garantiza hasta ahora total impunidad al Cártel de Oaxaca que opera el saqueo en el sector salud a nivel nacional.
Y la crítica está dirigida por igual al Comisionado Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), Julio Sánchez y Tépoz, como para el Secretario de Salud, José Ramón Narro Robles, y el Procurador General de la República (PGR), Raúl Cervantes Andrade.
Las Secretarías de Finanzas de los gobiernos de los estados de Oaxaca, Puebla, Guanajuato y Veracruz, se hicieron cómplices al pagar la compra fraudulenta de medicamentos, así como para la Secretaría de la Función Pública por no investigar y sancionar.
Al fraude y saqueo en la venta de medicamentos en Oaxaca se sumó el Gobierno de Guanajuato a cargo de Miguel Márquez Márquez, quien compró insulina china inservible que suministró a pacientes diabéticos durante al menos medio año.
Las dos empresas que fueron elegidas como proveedoras “Intercontinental de Medicamentos’ y ‘Distribuidora Internacional de Medicamentos’, fueron descalificadas durante el proceso de licitación por el Comité de Adquisiciones de Guanajuato porque no cumplían con los requisitos solicitados.
Sin embargo, la Secretaría de Finanzas de Guanajuato, que encabeza Ignacio Martín Solís, al igual que lo hizo en Oaxaca Enrique Arnaud les entregó contratos de manera directa.
Desde 2013 se informó que el gobierno de Guanajuato compraba a 596 pesos una medicina contra la hipertensión que en las farmacias cuesta 140 pesos.
Es decir, el Estado adquiere al mayoreo 325% más caro uno de los medicamentos más requerido por los derechohabientes del Seguro Popular: el Irbesartán, que se receta a diabéticos.
Para proveer este fármaco, el Estado contrató a la empresa Intercontinental de Medicamentos, S.A. de C.V., a la que le paga 500.86 pesos por cada caja de Irbesartán con 28 tabletas de 150 miligramos, fabricados por el laboratorio Ultra.
Además, el Gobierno de Guanajuato paga a Intercontinental de Medicamentos, 95 pesos por entregar cada caja de 28 tabletas.
En menos de tres años, los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) acumulan dos procedimientos por parte de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) por el mal manejo de medicamentos caducos.
La dependencia federal informó el pasado martes que localizó 28 mil 404 piezas inservibles del medicamento Cyclofem, las cuales se encontraban almacenadas de forma irregular en la Jurisdicción Sanitaria 1 de los Servicios de Salud de Oaxaca.
De acuerdo con precios comerciales de este medicamento, que es un anticonceptivo hormonal parenteral de aplicación mensual para la prevención del embarazo, los SSO “tiraron a la basura” más de cuatro millones 600 mil pesos.
La Profepa comenzó con la investigación luego de una denuncia ciudadana; a partir del hallazgo
la dependencia federal obligo a los Secretaría de Salud- SSO al desecho adecuado de estos productos considerados como residuos peligrosos.
De la misma forma, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente comenzó un procedimiento federal administrativo para que los SSO aplique esas medidas de forma urgente para evitar un daño ambiental.
El martes, 24 de enero escribimos que a Oaxaca y Veracruz unen los crímenes de lesa humanidad en salud pública. Las víctimas, como siempre suele suceder, son los más pobres entre los pobres.
En Veracruz hay ya denuncias formales del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares contra los secretarios de Salud de los gobiernos de Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa por la utilización de medicamentos apócrifos (agua destilada) en el tratamiento de niños con cáncer.
Pero lo peor ocurre en Oaxaca. A pesar de estar ampliamente documentada la sustitución de medicamentos de patente por similares no pasa nada. Ha sido la principal fuente de riqueza mal habida de Juan José Álvarez Candiani y su primo político Salvador Monroy Rodríguez.
A diferencia de Veracruz, en Oaxaca todavía no hay denuncias formales contra el secretario de Salud y director de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), Germán de Jesús Tenorio Vasconcelos, a pesar del saqueo por 10 mil millones de pesos, según denunció la actual titular de esa dependencia, Gabriela Velásquez Rosas.
Para operar en el Seguro Popular Álvarez Candiani y Monroy Rodríguez contaron, desde luego, con la pública y notoria complicidad de Jorge Enrique Castillo Díaz, principal operador político-financiero del ex gobernador Gabino Cué Monteagudo.
A través de sus empresas distribuidoras de medicamentos, con diferente razón social, Álvarez Candiani monopolizó la venta de éstos, así como de insumos, equipos y material de curación para los Servicios de Salud de Oaxaca, mediante las multimillonarias ventas al Seguro Popular.
Juan José, inició la venta multimillonaria anualmente con la empresa Intercontinental de Medicamentos, después con Phoenix Farmacéutica y, finalmente, con Farmacias Fénix del Centro. Aun cuando cambió tres veces de razón social, es la misma gata nada más que revolcada.
Carlos Alberto Pérez Bautista, líder de la Subsección 7 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSSA), denunció que hay total desconocimiento en el manejo administrativo, lo que genera anomalías al contratar las empresas que surten medicamentos.
Dijo que los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) han incurrido en una serie de irregularidades en la licitación amañada de compra de medicamentos, al cambiar de Intercontinental de Medicamentos a Farmacias Phoenix y Fénix del Centro, porque las empresa son de Juan José Álvarez Candiani.
Está ampliamente documentado, y así lo denuncian trabajadores de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) y el Seguro Popular del estado, que Intercontinental de Medicamentos, fue multada por incumplimiento al IMSS, inhabilitada por la Secretaría de la Función Pública y vetada como abastecedor de medicinas de los servicios de salud de Guanajuato, Puebla y Veracruz.
En agosto de 2012, Intercontinental de Medicamentos, S.A., de C.V., quedo exhibida oficial y públicamente. En esa fecha, se publicó una circular de la Secretaría de la Función Pública en el Diario Oficial de la Federación, en la que se comunica a las dependencias, Procuraduría General de la República y entidades de la Administración Pública Federal, así como a las entidades federativas, la sentencia definitiva emitida en el juicio 5706/10-07-01-9, por la Primera Sala Regional de Occidente del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa.
En todos los casos se documentaron ventas de medicamentos a sobreprecios, incumplimiento en el abasto y entrega de medicinas de mala calidad como Irbesartán y la insulina Glargina, de origen chino, requeridas por los pacientes diabéticos de esas entidades.
La insulina Glargina y el Irbesartán formaron parte de un contrato por 2 mil 100 millones de pesos que el Gobierno del Estado de Guanajuato asignó directamente a las empresas Intercontinental de Medicamentos, S.A. de C.V. y Phoenix Farmacéutica, S.A. de C.V.
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