CARLOS RAMÌREZ/INDICADOR POLÌTICO
Detrás de
los distractores que representan los discursos de solidaridad con migrantes
deportados, las marchas contra el presidente Donald Trump y las promesas de
apoyo, la realidad que le espera a los migrantes deportados es crítica: en
Mexico no hay empleo, ni salarios, ni bienestar. Los que regresan vienen a
reencontrarse con la crisis económico-social que los obligó a cruzar la
frontera en busca de empleo.
Los datos
son contundentes, con cifras tomadas de diferentes estudios e investigaciones:
--El 72% de
los migrantes gana entre 833 dólares-2 mil 500 dólares, mensuales, o sea: entre
16 mil 600 pesos y 50 mil pesos al mes, contra un salario mínimo mexicano de 2
mil 400 pesos mensuales.
--En los
EE.UU. el 35% de las mujeres trabaja en los sectores de esparcimiento y
manufacturas y el 50% de hombres en los sectores de construcción, manufacturas
y esparcimiento.
--Del 2001
al 2016 se han deportado de los EE.UU. casi 5 millones de mexicanos que
regresan a demandar empleo, salarios y bienestar. Sin embargo, cifras oficiales
del Inegi señalan la existencia de 8.5 millones de mexicanos en situación de
desempleo y subempleo, el 15.5% de la población económicamente activa. Ello
quiere decir que si no hay empleo para los que viven aquí, menos para los que
se fueron del país y son regresados por deportaciones.
--La presión
laboral y de bienestar no será tan intensa y por eso el gabinete económico no
aparece muy preocupado por las deportaciones: en el 2014 apenas el 4.1% de los
hogares mexicanos dependía directamente de las remesas de los migrantes,
aproximadamente 1.3 millones de hogares. A ese grupo muy localizado de personas
afectaran las deportaciones. El dinero de las remesas era usado por las
familias para comida y vestido, pago de deudas y vivienda.
--En lo general,
la disminución de las remesas por la repatriación de migrantes afectará a la
balanza de pagos porque en el 2015 y 2016 las remesas fueron más que los
ingresos por exportaciones petroleras, 24 mil millones de dólares en promedio
por las primeras y apenas 16 mil millones de dólares por las segundas.
--El aumento
en el flujo de mexicanos que cruzaban ilegalmente la frontera para encontrar
empleo en los DEE.UU subió después del tratado de comercio libre que firmó el
presidente Carlos Salinas de Gortari en función de las necesidades de la
economía estadunidense; Salinas no insistió en un programa de trabajadores
temporales que hubiera legalizado la estancia ilegal.
--La mayoría
de los mexicanos ilegales no necesariamente se quiere naturalizar, pero tampoco
desea regresar a México; su condición migratoria ilegal pero productiva le
permite decirse mexicano, pero sin pretender regresar a México.
--Los
estados en México con mayor grado de migrantes ilegales son Michoacán, Oaxaca,
Guerrero, Guanajuato, Puebla, Jalisco, México, Veracruz, Sinaloa, Sonora y
Chiapas. Los que menos expulsan son: Baja California Sur, Quintana Roo,
Campeche y Michoacán. En los primeros se resentirá la presión laboral y social
por el regreso de migrantes acostumbrados a ingresos en dólares.
En este
contexto, la deportación de migrantes ilegales a México sí constituye un
problema social y económico, pero los cálculos oficiales consideran que no será
de colapso porque sólo afectará al 4.1% de hogares.
En todo
caso, la crisis en la relación México-EE.UU. por la decisión de Trump será
política interna y bilateral.
Política para dummies: La política es el espacio para la frialdad del análisis, a fin de evitar los errores por la calentura de la pasión.
Sólo para
sus ojos:
Cuando la
perra en brava… Uno de los periodistas vinculados al conservadurismo, Matt
Drudge, jugó papel clave en las elecciones; pero como en su sitio
www.drudgereport.com reprodujo notas que hablaban de la parálisis del senado
republicano en materia de Obamacare y baja de impuestos, la Casa Blanca se le
fue encima con severas críticas.
Una nueva
corriente crítica está creciendo en el PRI, aunque sin tener claro sus
alcances, La promueve el exgobernador oaxaqueño Ulises Ruiz Ortiz. El propósito
es meterse en la sucesión presidencial del 2018. Para ello instala comités
estatales.
Muy mal
manejada la visita del premio nobel de economía Joseph Stiglitz, crítico de la
globalización en lo general pero promotor de algunas medidas para aprovecharla.
Invitado por el presidente nacional del PRI, no pudo ganar un espacio en
medios.
Como era
obvio, la inflación en enero fue altísima: 1.7%, la mitad de la esperada para
todo el año… y faltan once meses y gasolinazos mensuales. En la inflación debe
verse la principal presión devaluatoria.
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