Sucedió tal y como en las
novelas más clásicas de espías. Un hombre de mediana edad, entrado en carnes,
curioseaba el lunes por la mañana por la terminal de vuelos económicos de Kuala
Lumpur mientras esperaba la salida de su vuelo. Alguien se le acercó y, según
las distintas versiones, le clavó una jeringuilla o le pasó una sustancia por
la cara. El hombre empezó a encontrarse mal y a los pocos minutos se
desplomó. Trasladado en una ambulancia,
murió de camino al hospital de Putrajaya.
No era un desconocido
cualquiera. Se trataba, según adelantaban inicialmente los medios surcoreanos y
ha confirmado la Policía malasia este martes, de Kim Jong-nam, el hermano mayor
del líder supremo norcoreano Kim Jong-un y cuyo nombre alguna vez corrió de
boca en boca como el posible sucesor del padre de ambos, el Querido Líder, Kim
Jong-il.
La cadena de televisión
surcoreana Chosun cita fuentes de su país para apuntar que quien se acercó a
Kim fueron dos mujeres, probablemente agentes norcoreanas, que le clavaron una
jeringuilla. Las mujeres huyeron en un taxi y se encuentran en paradero
desconocido.
La Policía malasia, que
precisa que Jong-nam había llegado al país el pasado día 6 y planeaba tomar un
vuelo a las 10 de la mañana del lunes hacia Macao, ha subrayado que aún
desconoce la causa de la muerte. En Washington, fuentes de inteligencia han
indicado a Reuters la convicción del Gobierno estadounidense de que los
servicios secretos norcoreanos son culpables del asesinato de Kim.
Según ha explicado el
portavoz policial Fadzil Ahmat, en declaraciones que recoge el diario malasio
"The Nation", Kim Jong-nam acudió a los mostradores del aeropuerto
para explicar que "alguien le había agarrado por detrás y le había echado
un líquido a la cara". Empezaba a encontrarse mal, y la recepcionista le
envió a la clínica del aeropuerto. "En ese momento, le dolía la cabeza
hasta el punto de casi desmayarse". Ya en la clínica, empezó a sufrir
convulsiones. Trasladado de urgencia en una ambulancia, se le declaró muerto
antes de llegar al hospital.
La Policía malasia ha
abierto una investigación sobre el caso y estudiará los movimientos de Kim
durante su estancia en el país y los de la gente con la que se hubiera reunido.
Las autoridades norcoreanas han pedido que se les entregue el cuerpo, pero
Ahmat ha precisado que antes de ello se le practicará una autopsia para
esclarecer las causas de la muerte.
El crimen ocurrió apenas un
día después de que el régimen norcoreano lanzara un misil balístico de alcance
intermedio al mar, una iniciativa destinada a poner a prueba al nuevo gobierno
estadounidense que preside Donald Trump.
El asesinato de Kim se suma
a una serie de novelescas actuaciones de sus servicios secretos en el exterior,
y que han incluido el secuestro de ciudadanos japoneses en suelo nipón para
trasladarlos a Corea del Norte. También sería el mayor caso de muerte violenta
durante el régimen de Kim Jong-un desde la ejecución en diciembre de 2013 de
Jang Song-thaek, tío del líder supremo y hasta entonces considerado el
auténtico poder en las sombras.
La ejecución de Jang
Song-thaek marcó un antes y un después en la política norcoreana. Jang mantenía
importantes contactos con el régimen de Pekín y era partidario de un
acercamiento al país vecino que incluyera una evolución del régimen similar a
la que, en la esfera económica, ha acometido China en los últimos 30 años. Desde
entonces, y pese a que Mao calificó en su día a la relación bilateral como tan
cercana como la que mantienen “los labios y los dientes”, los vínculos entre
los dos países han sido muy distantes.
Kim Jong-nam no solo tenía
en común con Jang los lazos de familia. Él también mantenía vínculos con China.
Nacido en 1970, fruto de la
relación extramatrimonial de Kim Jong-il con la actriz Song Hye-rim,
inicialmente fue tratado como el heredero del régimen. Era, probablemente, el
hijo más parecido a su padre en cuanto a aficiones: le gustaban el cine y las
artes. Pero en 2001 fue descubierto mientras intentaba entrar en Japón con un
pasaporte dominicano falso y acompañado de dos mujeres y un niño para visitar
Disneylandia en Tokio.
Cayó inmediatamente en desgracia
-un hecho que posibilitó la llegada al poder de Kim Jong-un a la muerte de su
padre en 2011-, y desde entonces había residido la mayor parte del tiempo en
Macao. Los analistas consideran que Pekín lo percibía como una posible
alternativa para liderar Corea del Norte en sustitución de su hermano.
En una serie de mensajes por
correo electrónico con un periodista japonés, Jong-nam ha rechazado mantener
ningún tipo de aspiraciones a gobernar su país natal y expresó su apoyo a
reformar lo que consideraba un régimen dinástico. Su hijo Kim Han-sol, que ha
cursado estudios superiores en París, se ha pronunciado en términos similares y
ha llegado a declarar a su tío Jong-un “un dictador”.
Jong-nam ya había sido
objetivo de los servicios secretos norcoreanos en el pasado. En octubre de
2012, los fiscales surcoreanos afirmaron que un supuesto espía del Norte había
reconocido su participación en una trama que pretendía asesinar al hermano del
Líder Supremo y hacerlo pasar por un accidente de tráfico.
Con información de El País
Con información de El País