Salvador García Soto
Mientras en México la propuesta presidencial de que
Esteban Moctezuma Barragán fuera el próximo embajador en Washington fue bien
recibida en términos generales y, salvo su inexperiencia diplomática, no hubo
muchos cuestionamientos por su amplia trayectoria política, en los Estados
Unidos, sobre todo en la “nueva” Casa Blanca, la que habitará Joe Biden a
partir del próximo 20 de enero, el nombre del nuevo embajador mexicano no fue
recibido con total beneplácito y, de acuerdo con la opinión de asesores
cercanos que el presidente electo demócrata nombró para México, hay “ciertas
dudas” por la cercanía que el hoy secretario de Educación tiene con el
empresario Ricardo Salinas Pliego a quién conocen muy bien en la nueva
administración estadunidense.
“En la nueva Casa Blanca no gustó la relación del nuevo
embajador y Salinas Pliego”, me comentó ayer una fuente mexicana que ha estado
en contacto con los asesores que Biden ha enviado a operar a México y que han
estado operando para recabar información que le sirva al próximo presidente
demócrata para fijar los términos de su relación con el gobierno de México. El
anuncio que hizo el presidente López Obrador sobre su nuevo enviado a
Washington, fue tomado con recelo, no porque tengan algo en contra de Moctezuma
y de su trayectoria política, sino por los vínculos empresariales que el futuro
embajador tiene en nuestro país. Tampoco es que prefirieran a la embajadora
Martha Bárcena, a la que los demócratas ubican como “muy cercana a Trump”, pero
el nombramiento presidencial les generó dudas.
Y a reserva de saber si el nombramiento de un político
experimentado como Esteban Moctezuma se convertirá en un activo para operar la
compleja relación con Estados Unidos y tender puentes hoy casi inexistentes
entre Biden y López Obrador –sobre todo después de la tardanza mexicana para
reconocer el triunfo demócrata y de la seca y descortés carta de felicitación
del mandatario mexicano— las dudas sobre el papel que jugará el titular de
Educación y ex presidente de la Fundación Azteca del Grupo Salinas, también
existen en algunos sectores mexicanos que expresan con cautela sus opiniones
sobre las “otras misiones” que llevará el antiguo político zedillista a la
capital estadunidense.
“¿Y si el nuevo embajador fuera en realidad designado
para que arregle los problemas no sólo a su actual jefe, el presidente López
Obrador, sino también para resolverle asuntos y problemas con Estados Unidos a
su antiguo jefe?”, me comentó un experimentado diplomático mexicano que ve con
reservas el reciente nombramiento presidencial que, una vez aprobado por el
Senado mexicano, aún tendrá que lograr el beneplácito de la nueva Casa Blanca a
partir de que el 20 de enero tome protesta el presidente Biden.
Veremos que sucede en las próximas semanas, durante las
cuales el futuro embajador aún despachará en la SEP y lo que venga si su
nombramiento es aceptado por la nueva administración Biden. Los vínculos
empresariales de Esteban son públicos y nunca los ha negado e incluso
cuestionamientos similares a los que ahora le hacen por su futuro cargo,
también se los hicieron en el manejo de la política educativa. Será cuestión de
tiempo, una vez que el nuevo embajador llegue a vivir y a despachar al edificio
del 911 de la Avenida Pensilvanya, para saber y descubrir cuáles serán las verdaderas
misiones y encomiendas con las que Moctezuma llega a Washington DC.
ARISTOTELES, EL NUEVO PRI Y EL FISCAL LUIS CARLOS NAJERA
La ejecución brutal que sufrió el ex gobernador
Aristóteles Sandoval, dista mucho de ser un “problema de Jalisco” como lo
pretendió enfocar el presidente López Obrador al lamentar ayer el asesinato del
ex mandatario priista a manos de sicarios del crimen organizado que, todo
apunta, pertenecen al mismo grupo criminal que intentó matar al actual
secretario de Seguridad de la CDMX, Omar García Harfuch: el Cártel Jalisco
Nueva Generación. Cuando el presidente dice que “toca a Jalisco investigar”
este asesinato de alto perfil, parece estar exonerando de responsabilidad a su
gobierno, el federal, y sugiriendo que se trata de una “rencilla local” entre
los políticos jaliscienses, en este caso del PRI, y el narcotráfico. Nada más
equivocado.
Si asesinan a un ex gobernador que recientemente dejó el
poder, sea del partido que sea y si, como todo apunta, se trata de una
ejecución ordenada y consumada por un Cártel de las drogas, el tema compete
total y completamente a la Federación, tanto al gobierno como a la Fiscalía
General de la República que debió ejercer de inmediato su facultad de atracción
para investigar un caso que tiene que ver con un delito federal como el
narcotráfico. Pero parece que, en lo que ha sido la tónica de este sexenio y su
cada vez más extraña y errática política contra el narco, López Obrador otra
vez quiso minimizar la creciente violencia e impunidad del narcotráfico y
eludir la responsabilidad que él tiene en que los señores de la droga se
sientan con el derecho de asesinar a quién se les de la gana, sin que nadie se
los impida ni les haga frente ni los encare, por la cobarde y absurda política
de los “abrazos no balazos” fijada desde Palacio Nacional.
Más allá de quién investigue, es muy probable que nadie
se atreva a acusar y a imputar a quien debió ordenar esta ejecución cometida en
el baño de un restaurante de Puerto Vallarta, a donde andaba de madrugada el
fiestero ex gobernador Sandoval. Nadie se atreverá siquiera, ni en la Fiscalía
de Jalisco, ni en la General de la República menos, a acusar a Nemesio Oseguera
Cervantes “El Mencho” como el autor intelectual de tal ejecución, aún cuando
sepan que el narcotraficante más buscado por el FBI y por la DEA sea quién está
detrás de este crimen que muy probablemente quedará impune.
Por lo demás, es claro que Aristóteles Sandoval estaba
siendo “cazado” por los grupos criminales con los que debió tener fricciones y
tal vez rompimientos desde su gobierno (2012-2018). Los 15 escoltas que
vigilaban permanentemente al ex mandatario jalisciense, no fueron suficientes
al momento en el que lo tomaron relajado y desprevenido en el baño del Bar
Distrito 5, del destino turístico vallartense. En ese sentido Sandoval no tuvo
la misma suerte que su ex fiscal de Justicia en su sexenio, Luis Carlos Nájera,
cuando intentaron también asesinarlo en las calles de Guadalajara, en mayo de
2018. Nájera se salvó de milagro y su caso puede ser clave para esclarecer
ahora el asesinato contra su ex jefe, que muy probablemente están vinculados
por la misma mano homicida.
Sostener a Nájera como fiscal de Justicia de Jalisco, le
costó a Aristóteles Sandoval un fuerte reclamo en 2015 del entonces procurador
General de la República, Jesús Murillo Karam, quien le presentó al gobernante
jalisciense en aquel año un expediente en el que las áreas de inteligencia
federal habían detectado “vínculos directos entre Luis Carlos y Nemesio
Oseguera Cervantes”, de acuerdo con detalles de una plática que le contaron a
este columnista tanto el finado ex gobernador como el ex procurador General de
la República. A pesar de la exigencia federal, Aristóteles defendió con todo a
su fiscal y cuando, meses después el gobierno del presidente Peña Nieto decidió
enviarle el “Operativo Jalisco” y la presencia de Luis Carlos Nájera se le
volvió insostenible, lo sacó de la Fiscalía estatal para nombrarlo Secretario
del Trabajo.
Así que en aquellos hechos del 2015 y aquella
investigación federal invocada por Murillo Karam en su momento para pedir la
destitución del fiscal jalisciense, debe haber claves importantes para entender
quién ordenó matar al ex gobernador Sandoval. Por lo demás, Aristóteles fue uno
más de los políticos jóvenes que Peña Nieto llegó a presumir y a presentar como
“los rostros del nuevo PRI”, un supuesto PRI renovado que, hoy sabemos, resultaría
mucho más dañino y corrupto que el denominado “viejo PRI”, que ya es mucho
decir. Mientras Javier Duarte, Roberto Borge y César Duarte, por ejemplo están
en en la cárcel o prófugos por corrupción, a Aristóteles lo asesinaron a sangre
fría sicarios del narcotráfico. Así terminó el sueño, o pesadilla según se
quiera ver, de un priismo renovado.
NOTAS INDISCRETAS…En un vetusto edificio colonial del
centro histórico de la Ciudad de México, hay quien dicen haber escuchado,
allende las paredes del dormitorio principal, una amenaza directa que sonó a un
ultimátum: “Me voy a Puebla y me llevó al muchacho”. El tono tan claro de la
advertencia se refería a los constantes viajes del increpado hacia los rumbos
del occidente donde con frecuencia aterriza y pernocta. Dicen que tras el
ultimátum hubo promesas de cancelar cualquier actividad sospechosa y que los
ánimos caldeados se serenaron momentáneamente. Días después de aquella escena
en el viejo Palacio, la que amenazaba voló a Europa a misiones culturales y diplomáticas
y el amenazado volvió a volar al occidente…En los últimos días los curiosos de
Polanco han visto llegar en varias ocasiones al canciller Marcelo Ebrard hasta
el edificio de Galileo número 7, en donde vive la maestra Elba Esther Gordillo.
El motivo de las visitas, cada vez más frecuentes, se desconoce, lo que sí es
sabido es que Ebrard es una de las tres “debilidades” o “amores” de los que ha
confesado públicamente estar prendada la ex lideresa magisterial y que, a
saber, eran: Jorge Castañeda, Esteban Moctezuma y, precisamente Marcelo
Ebrard…Los dados se tomarán unas necesarias, aunque inmerecidas vacaciones.
Prometen recargarse de energía y seguir lanzando tiradas siempre con
información confirmada y primicias para nuestros amables lectores. Por lo pronto
les dejan a todos ustedes que nos distinguen con el favor de su lectura los
mejores deseos de paz, salud y bienestar. Que este 2020 díficil y doloroso nos
deje, además de pérdidas, dolor y crisis, grandes lecciones y enseñanzas y
aprendizajes para que el nuevo 2021, donde aún tendremos que seguir aprendiendo
a cuidarnos del Covid, nos permita crecer y ser mejores, pero sobre todo
sobrevivir, que si logramos sobrevivir a esta pandemia, seremos sin duda más
sabios, más fuertes y, ojalá también más humanos. Felices fiestas amables
lectores. Nos encontramos de vuelta en las subidas y bajadas de la vida y la
política el próximo 7 de enero. Hasta pronto y hasta siempre.
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