Por Rubén Cortés
Tras varias campañas de expropiación (sólo quedan cuatro mil de las 12 mil 700 industrias privadas que había en 1999), la escasez obliga al gobierno populista de Venezuela a borrar la fecha de caducidad en los empaques de alimentos, que reparte a través de comités locales que controla el régimen.
Para México, tiene que resultar inquietante que en muchos casos se trata de productos provenientes de nuestro país, de acuerdo con un informe del Partido Socialista Unido de Venezuela sobre las estrategias políticas de la izquierda latinoamericana para apoyar al gobierno chavista.
Se trata de una práctica que tendría repercusiones trágicas para la salud de los consumidores, aunque ya ha sido politizada por Rafael Ramírez, diputado venezolano por el Parlamento Latinoamericano, con sede en ciudad de Panamá desde el 10 de diciembre de 1964.
A saber, partidos de izquierda en la región comprarían en sus países alimentos vencidos a precio de risa para que el gobierno de Nicolás Maduro desarrolle su política de dádivas a ciudadanos de bajos recursos, quienes son su gran base electoral, porque viven absolutamente de esos “apoyos”.
Sin embargo, más que político, estamos ante un asunto humanitario, del cual están enteradas las autoridades mexicanas, pues el subsecretario de la SRE para América Latina y el Caribe, el embajador Luis Alfonso de Alba, admite que empresas mexicanas podrían estar lucrando con la crisis venezolana.
Según el embajador, “hemos detectado la compra de productos mexicanos que están siendo comercializados en Venezuela, de muy baja calidad y que en algunos casos se han adquirido a pesar de estar caducos; estamos haciendo una investigación con distintas autoridades y el sector privado”.
Maduro reparte una “caja feliz”, en la cual sobresalen productos de empresas mexicanas: La Costeña, Herdez, Maseca, Minsa, Kosland, Mac Leche, Leche Suprema, Rancho Nuevo, Frijol Morelos Negro Querétaro, Arroz Mexicano Súper Extra El Patrón, Clemente Jaques, Productos Serel y La Moderna.
Estos productos refuerzan la dieta de sobrevivencia de los venezolanos con menos recursos, en un país donde la pobreza extrema aumentó de 23.6 a 61.2 por ciento en cuatro años, según la Encuesta sobre Condiciones de Vida en Venezuela (Encovi), realizada por las principales universidades de ese país.
Un reportaje (http://www.venezuelaaldia.com/2017/09/30/fiscalia-tinta-borran-fecha-caducidad-alimentos-los-clap/) reseña cómo a ciertos productos les son pintados con marcador negro la fecha de vencimiento y, al ser borrados, aparecen como caducados en 2012:
“La mayonesa se llama La Costeña y tiene sabor a jugo de limón. El combo de los CLAP trae productos como harina de maíz Maseca, que es para preparar tacos y no arepas, lentejas, caraotas, sardinas y atún en lata y leche en polvo Macleche”.
Alguien está medrando con las necesidades de miles de venezolanos.
Y México debe tomar medidas.
twitter: @Ruben_Cortes
0 Comentarios