Pablo Hiriart.-
La austeridad en el gobierno será bien recibida por la
población, pero puede ser usada para que Morena se haga del control político y
financiero de los estados.
Tal vez sea un globo de sonda, para medir el ambiente,
aunque si no hay respuesta enérgica se puede convertir en realidad.
Se propone cerrar delegaciones de las dependencias federales
en las entidades y sustituirlas por una sola Coordinación Estatal de Programas
de Desarrollo en cada estado.
¿Y quiénes serán esos Coordinadores?
Dirigentes de Morena, que tendrán en sus manos los programas
sociales y de desarrollo en cada entidad federativa.
Morena tendrá un comisario político en cada estado, que
dependerá directamente del presidente de la República.
Así se harán del control territorial donde no ganaron las
elecciones.
Y aseguran que el próximo gobernador sea el morenista que
mandarán desde Palacio Nacional.
El partido tendrá una centralidad por encima de las
instituciones.
¿No que eran demócratas?
“Ellos van a proponer los proyectos a los secretarios de
Estado y, en un segundo momento, son quienes van a sugerir los contratos y las
licitaciones”, dijo uno de los colaboradores del virtual presidente electo al
diario Reforma.
¿Y quiénes van a tener la representación presidencial para
manejar en los estados los programas de desarrollo?
Aquí van algunos nombres: en Baja California, Jaime Bonilla,
senador electo –fue el que invitó a AMLO al beisbol en San Diego–, y ex líder
de Morena en la entidad.
En Durango, Enrique Novelo, secretario de Finanzas de
Morena.
Guerrero, Amílcar Sandoval, presidente de Morena en el
estado.
Jalisco, Carlos Lomelí, ex candidato al gobierno del estado,
por Morena.
Estado de México, Delfina Gómez, ex candidata de Morena al
gobierno de esa entidad.
Michoacán, Roberto Pantoja, líder estatal de Morena.
Morelos, Rabindranath Salazar, ex precandidato de Morena al
gobierno del estado.
Nayarit, Miguel Ángel Navarro, candidato perdedor de Morena
a gobernador de la entidad.
Oaxaca, Nancy Ortiz, presidenta estatal de Morena.
Puebla, Rodrigo Abdalá, ex precandidata de Morena al
gobierno poblano.
Tlaxcala, Lorena Cuéllar, ex candidata al gobierno de la
entidad por el PRD, ahora en Morena.
Yucatán, Joaquín Díaz Mena, ex candidato al gobierno del
estado, por Morena.
Es decir, en los estados no va a mandar el que eligió la
gente, sino el que les envíe el presidente.
Van a gobernar donde no han ganado.
Todas las entidades del país –salvo quizá la Ciudad de
México–, tienen un presupuesto integrado en más de un 50 por ciento por
aportaciones y participaciones del gobierno federal.
Es decir, el Ejecutivo federal tiene cómo tomar las riendas
de los estados, si es que quiere. Y ahora quiere, a través del poder
centralizado del comisario político.
Todo proyecto tendrá que pasar por el visto bueno de los
coordinadores, que tal vez sepan muy poco de las diversas áreas del desarrollo,
pero son de Morena y tienen la confianza del presidente.
Como en los viejos países comunistas, el partido tomará el
control territorial de la república.
Los coordinadores que mande el presidente podrán hacer todos
los amarres y compromisos con los grupos de poder y beneficiarios de obras,
para convertirse en los próximos gobernadores de sus respectivos estados.
No habrá que esperar muchos años para ver que Morena se hace
del poder en todos los estados del país.
Si es que esta iniciativa pasa, lo que es muy posible.
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