CIUDAD DE MÉXICO (La Otra
Opinión).- Si se atiende a lo que el propio Andrés Manuel López Obrador ha
declarado, puede decirse que el líder de Morena promete hacer de México un
paraíso para los cárteles de la droga y otros grupos delincuenciales.
Este fin de semana, durante
su gira por Nayarit, el tabasqueño calificó como “una masacre” el
enfrentamiento acontecido el pasado jueves en Tepic, donde un operativo de las
Fuerzas Armadas consiguió abatir a 14 integrantes del cártel de los Beltrán
Leyva, entre los que se encontraba Juan Francisco Patrón --alias “El H-2”--,
líder del grupo delincuencial.
López Obrador acusó a las
Fuerzas Armadas de haber “ajusticiado” a los delincuentes en lugar de
detenerlos. Además, dijo que la mayoría de las “víctimas” eran jóvenes a los
que “la política neoliberal les canceló el futuro y los empujó a tomar el
camino de conductas antisociales.”
Además, el tabasqueño no
perdió la oportunidad de transformar su defensa de los delincuentes en un acto
de campaña anticipada. Prometió que cuando triunfe Morena “se acabará la
guerra”. y afirmó que, en lugar de “enfrentar la violencia con violencia”, se
apoyará a los jóvenes, se impulsará el campo y habrá trabajo para todos.
Es decir que, en un
hipotético gobierno de Morena, las
Fuerzas Armadas y las corporaciones policiales no responderían a las agresiones
de los delincuentes. Dicho de otro modo, López Obrador no aplicaría la ley, por
ende, México se convertiría en un paraíso para los cárteles de la droga, las
bandas de secuestradores y otros grupos criminales que no decidan --de buena
voluntad-- irse a trabajar al campo.
Claro está que tras las
palabras del tabasqueño lo que menos hay es una estrategia de seguridad, y lo
que más hay es un intento de desprestigiar al gobierno a toda costa.
Y es que convertir a los
delincuentes en víctimas ha resultado un negocio políticamente lucrativo para
organismos para la CNDH, y al parecer, ahora López Obrador intentará
desprestigiar al gobierno por la misma vía.
El tabasqueño incluso llegó
al extremo del ridículo y de las teorías de la conspiración al insinuar que el
operativo de Tepic podría haber sido un “reprobable” intento del gobierno
mexicano por darle gusto a Donald Trump, luego de que hace un par de semanas
circularon rumores de que éste último reclamó al presidente por no hacerse
cargo de los cárteles.
Lo que a AMLO se le olvida
es que México está inmiscuido en una “guerra contra el narcotráfico” desde 10
años antes de que Trump llegara al poder, y que en esos 10 años alrededor de
400 víctimas mortales han sido militares al servicio de México.
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